POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
Mientras late en las estanterías de las librerías, esperando “la mano de nieve” que guste pagarlo y llevárselo a su casa A lo largo del río Riaza, acciones, reflexiones y pasiones de un viajero solitario, me voy por el curso y cuenca del Cega ciego, la tercera entrega que quiero ofrecer a las planchas de la edición por mi confesado amor a los cauces fluviales segovianos. El Pirón no faltará, como afluente mayor.
Me acompañarán en el intento ilustres hijos de esa tierra mía y suya, entre otros, Vicente Pascual Tejedor, Tomás Calleja, Ignacio Sanz, ANTONIO HORCAJO, Julián de Antonio de Pedro –cuántos santos juntos- Jesús María Rodríguez, Alberto Martín Baró, Guillermo Herrero, y más que me encontraré en el camino de esta vida que es posada teresiana circunstancial.
Si los lectores no se cansan de leerme, yo no me cansaré de escribir, describir, andar y ver otros paisajes de la patria chica. Mi descanso en todo caso es batallar por la provincia, como aquel Cid semilegendario que embestía, intento creer que compasivamente, a judíos, moros y cristianos, a castillos y molinos, a damas y caballeros, a reyes, príncipes y plebeyos, según se le presentara la ocasión a saco. Mas no por avaricia, sino por poner las cosas en su sitio, al menos, a su modo.
La historia es el más largo y fecundo río de transmisión de los esfuerzos de la humanidad. Nos enseña cristalinamente los avances, tropiezos, recovecos y circunvoluciones del animal sapiente en que nos hemos convertido poco a poco, siglo a siglo, milenio a milenio, según la teoría darviniana de la evolución de las especies.
No quiero perder ripia ni ripio, o sea, continuidad y verso enramados, en este deambular por la naturaleza y por la escritura, siempre aprendiendo.
Navafría, Torre Val de San Pedro-La Salceda, Requijada, Pedraza, La Velilla, Arahuetes, Arevalillo, Guijar, Veganzones, Turégano, Lastras de Cuéllar, Cantalejo, Hontalbilla, Cozuelos, Aguilafuente, Cuéllar, Frumales, Lovingos, Íscar, Viana y Boecillo serán punto de reposo de algunos de mis pasos y requiebros. Esperadme en ellos este verano. Tenemos mucho y bueno de que hablar. Para que la historia, esa madre maestra, nos recoja en su seno, con documentos del hoy y el ayer para el mañana.