POR JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINO (VALENCIA)
Si alguien de ustedes se toma la curiosidad de entrar en un buscador de internet y escriben «archivan la causa…» las aparecerán miles de noticias de casos archivados, sobreseídos, y casos que con nombres y apellidos han llenado innumerables otras páginas de periódicos, noticias e informaciones vertidas en redes, radios, televisiones y medios de comunicación, acusando sin piedad a personas que a partir de ese momento ven mancillado su honor y honra.
Voy a poner una comparación que me hace una buena vecina y amiga cuando aparece un caso de estos que me ocupa, no el del archivo, sino el de la «presunta acusación» y me dice: «-tú escampa un pozal de agua por la calle, y una vez escampada intenta recogerla«, sabía comparación de lo que supone lanzar una difamación en contra de una persona.
El agua una vez sale del pozal y empapa la calle es imposible recoger; una acusación sea de la índole que sea cuando se hace pública es muy difícil no sembrar la duda sobre la persona que se vierte.
Ante tantos casos de ARCHIVOS, tendríamos que valorar la oportunidad que nos brinda el derecho de la presunción de inocencia, que corresponde a todo imputado en un proceso penal a ser tratado como si fuese inocente, hasta que una sentencia firme establezca su condena.
Dicho derecho constituye uno de los pilares básicos del sistema penal de los Estados democráticos, recogido en distintos instrumentos internacionales. En nuestro derecho se encuentra expresamente recogido en la Constitución Española en el artículo 24.2, por esta razón sería muy constructivo fundar una Asociación (por supuesto sin ánimo de lucro), para superar la indefensión que te crea esa información que con presunción o sin ella te va a perseguir por una larga temporada.
Hay demasiados casos archivados donde se demuestra la inocencia de las personas. Soy de los que he denunciado la corrupción y los hechos que empañan la paz social, pero lo que no se puede soportar es el hecho de tantas acusaciones vertidas sobre personas inocentes que al final quedan en nada.
Sí acusaciones, porque los papeles no andan solos, los papeles circulan por las redes y se llevan en mano a los lugares que corresponden y una vez están en el lugar de destino, la máquina se pone en marcha y se para solamente cuando la verdad pone fin a ese duro trayecto.
Mientras tantos, dimisiones de cargos públicos, dudas agudas sobre las personas, y profunda tristeza que solo una mente limpia y en paz, te puede ayudar a seguir adelante y mantener tu dignidad. Y pregunto ¿quien repone el honor y la ignominia causada?
Por supuesto que aquel que se demuestre que no es inocente, que se le exija el cumplimiento de la Ley.
Es hora de fundar esa ASOCIACIÓN que defienda las causas ARCHIVADAS, para pedir cuentas a quienes acusan presuntamente, con tanta severidad.