PARA LA CONSERVACIÓN RECINTO FORTIFICADO SE HA CONTADO CON LA COLABORACIÓN DEL CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD, ANTONIO BRAVO
La Ciudad Autónoma de Melilla ha recuperado una parte del lienzo de muralla de Melilla la Vieja que se perdió en 1918, hace 101 años, con la construcción de la vivienda de Ayu Lalchandani, uno de los primeros edificios extramuros de la ciudad, que se construyó a los pies del recinto fortificado a costa del derribo de uno de sus sistemas defensivos. El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, y el consejero de Infraestructuras y Urbanismo, Rachid Bussian, acudieron ayer a la inauguración de esta obra, que empezó en la legislatura anterior con la adquisición, por parte de la Ciudad Autónoma, del edificio demolido, que tenía dos plantas de altura y estaba metido en la muralla.
Las obras, que fueron presentadas para su inicio el pasado mes de febrero, han supuesto una inversión de 109.820 euros de Fondos Feder.
Según explicó el arquitecto director de la obra, Francisco Gómez, dicho inmueble había sido construido “de forma parasitaria y destruyendo la muralla”, ya que su fachada estaba alineada con los lienzos del recinto fortificado y, además, había ocultado dos cañoneras superiores que iban a ser reconstruidas en este proyecto porque se pensaba que habían sido demolidas hace un siglo.
El hallazgo de las dos cañoneras originales ha sido “una sorpresa” durante la ejecución de la obra, por lo que, en lugar de reconstruirlas con ladrillo visto, como estaba previsto, lo que se ha hecho es sanear la parte de muralla que estaba oculta, eliminando el peligro de desprendimiento y recuperarla.
De esta manera, además, se consigue uno de los objetivos de la obra, que es el mínimo impacto visual posible y conservar el resto de la muralla del recinto fortificado, para lo que también se ha contado con la colaboración de la Comisión de Patrimonio y del Cronista Oficial de la Ciudad, Antonio Bravo.
En este sentido, el consejero avanzó que se va a intentar seguir recuperando la imagen uniforme de toda la muralla, incluyendo la mezquita situada justo al lado, para lo que existen varias alternativas, una de ella pintarla del mismo color ocre del resto del recinto fortificado.
También indicó que durante las obras se ha detectado un aljibe del edificio demolido que data de principios del siglo pasado y sobre el que la Comisión de Patrimonio está valorando recuperarlo, si bien apuntó que, pese a que tiene muchos años de historia, su valor no es equiparable al de otros aljibes hallados en Melilla la Vieja.
Fuente: https://www.melillahoy.es/ – Paqui Sánchez T.