MEMORIA DE CUANTOS SE FUERON.
POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBON (BADAJOZ)
El otoño de oro acarrea días de limpieza sobre un frio mármol. Días de suspiros, de recuerdos y más recuerdos. Noviembre es mes de difuntos.
El tiempo irremediablemente nos marca, escapándose de nuestras manos en la larga nostalgia de estos días que evocan la memoria de las ausencias, de cuantos se fueron.
Memoria que llega bajo un sonido de bronce colgado desde las alturas tocando, en la caída de la tarde, a difuntos. Entre los nichos llega esta reflexión del escritor argentino José Luis Borges que fue así de explícito: “La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene”.