POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Se deterioró el «opus signinum» de Santa María del Naranco y hay que levantarlo y aparejarlo de nuevo. «Opus» significa obra, «signinum» viene de Signia, hoy Segni, una localidad de alfareros, del tamaño de Pravia, cercana a Roma. En Signia copiaron muy bien de los fenicios la elaboración de este mortero impermeable, de cal, arena, fragmentos de roca silícea y polvo de ladrillo, tejas y mármol, bien apisonado, que incluía cascotes de cerámica con el que formaban rústicos mosaicos. La técnica venía del norte de África, siglos antes de Cristo, y se extendió a Sicilia, a la península itálica y de ahí a Asturias, a Santianes de Pravia, antes que a ninguna parte. Lo que no me parece de recibo es que, sin haber transcurrido siquiera 1.200 años desde que se entregaran a Ramiro las llaves del palacio, haya que restaurar el pavimento. Aquí alguien se lo llevó crudo.
Fuente: http://www.lne.es/