POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)

El proyecto de abastecimiento de aguas al pueblo de Castañera en 1964 para beneficiar a 240 habitantes, contó con una ayuda municipal del 40%.

Ocho años después aún encontraremos a los vecinos solicitando conectar sus desagües a la red general.

También estaban sin agua corriente los vecinos de Collado de Andrín, San Juan de Parres, Ozanes, Lago, Vallobil, San Martín de Bada, La Vita y Collía.

Un trabajoso deslinde en el monte de La Toya llegó a su final, en el que muchos vecinos disponían de ochenta y tres parcelas en dicha cuesta por las que abonaban los recibos correspondientes al Ayuntamiento.

Estaban a la cabeza Antonio Pérez Soto, de Arobes, que disfrutaba de tres parcelas con un total de 442 áreas, y Ramón Pendones, vecino de Cuadroveña, con 410 áreas. Las parcelas más pequeñas eran de 12 áreas.

La mayoría de los vecinos que trabajaban parcelas en La Toya eran de Castañera, Arobes, Ozanes y Cuadroveña.

En abril de 1965 Venancio Prado González solicitó que se ofrecieran terrenos para un camping de montaña en el Puerto del Sueve y la Corporación secundó la idea por unanimidad con la finalidad de que así se incrementase el turismo en la comarca, cediendo -libre de impuestos- los terrenos adecuados durante veinte años.

Era Darío Quesada Arnedo el Presidente de la Peña Bolística, y se dio el visto bueno a su solicitud de hacer una bolera en el exterior de la Plaza de Abastos Municipal.

Entre centenares de facturas aparece la de la compra de un salmón a Ángel González Valdés por 3.036 pts. para regalárselo al Ministro de Obras Públicas, el colungués Jorge Vigón Suero-Díaz.

Al farmacéutico Ramón Hevia Miyares se le abonaron 7.000 pts. por los medicamentos de la sanidad pública del primer trimestre del año, y a Arcadio Llorente 5.432 por un traje para el sereno y otros para un guardia municipal.

En agosto de 1965 -con Amador Nachón como alcalde- se iniciaron las gestiones para crear en “El Llerón de El Barco” un “Colegio Libre Adoptado de Enseñanza Media” o Instituto de Enseñanza Media.

Belisario Suárez Pellico le arrendó al Ayuntamiento dos puestos exteriores de la Plaza de Abastos para utilizarlos como vestuario y almacenamiento de mercancías de la “Peña Bolística Belisario”.

Por aquellos días era el aparejador municipal Clemente Canga Fernández (que cesaba) y Rafael Alonso González (que le sustituyó).

Como respuesta a una instancia de solicitud de ayuda, 250 pesetas fue la cantidad que se les concedió a los sacerdotes Ángel García y Ángel Silva como directores de la “Cruz de los Ángeles”, ambos vinculados a Arriondas en los orígenes de su amistad, cuya importancia ha llegado hasta donde todos conocemos de la mano del conocido como Padre Ángel García Rodríguez (Mieres 1937) con su institución de “Mensajeros de la Paz” y una vida dedicada a los más necesitados.

Otras 1.000 pts. se destinaron al Asilo de Ancianos de Pola de Siero, que había quedado destruido por un incendio, aunque desde Parres se les remitía cada año una ayuda, en algunas ocasiones porque había vecinos de nuestro concejo residentes en el mismo.

Emilio Llamedo Olivera, como Presidente del Club de Piragüismo “Corisa-Los Rápidos de Arriondas” y Faustino Díaz Escandón, como presidente de la Sociedad del Bollu La Peruyal, solicitaron autorización para celebrar un baile en la nueva Plaza de Abastos Municipal en varias jornadas (los domingos 21 y 28 de noviembre, 5, 12 y 19 de diciembre, además del día de Nochevieja, el día de Reyes y en las fiestas de Carnaval de 1966).

Se les autorizó con la condición de que se hiciesen responsables de los posibles desperfectos e instalasen luz fija, mientras un empleado municipal sería el vigilante durante los bailes, concretamente José Pérez Laria.

Con hasta treinta plazas de taxi como “plantilla ideal”, se distribuyeron las paradas de la siguiente forma: Calle de la Estación, cuatro taxis; junto al Campoamor, otros cinco; prolongación de la calle Ramón del Valle, cinco más; junto al Café España, seis taxis y en la Plaza Venancio Pando, otros diez.

Las prácticas de maniobras para quienes pretendiesen obtener el permiso de conducir se llevarían a cabo en La Llera, en horas de 10 a 1 y de 3 a 8 de la tarde.

Por ocupar mesas y sillas en las aceras de Arriondas por diversos bares y cafeterías en 1965, se impusieron las siguientes tasas anuales: Confitería Campoamor, 2.600 pts.; Café Español, 2.250 pts.; Cafetería Yucatán, 600 pts.; Bar Económicos, 250 pts.; Bar-Restaurante Covadonga y Casa Parama, 250 pts. cada uno.

Llega hasta hoy el aparcamiento en toda la zona derecha de la carretera general al paso por la villa (dirección Santander-Oviedo), una norma dictada en 1965 para “conjurar el grave peligro que supone aparcar en la margen izquierda para el tránsito rodado” dijeron, con razón.

Era secretario en propiedad por aquellos meses Fernando Pérez García, enfermo en su domicilio de Oviedo y era depositario de fondo Darío Quesada Arnedo.

Al finalizar el año, el concejo tenía 6.749 habitantes de hecho y 7.052 de derecho.

Ángel Arias Alonso -como representante de Mantequerías Arias- presentó instancia para instalar en La Beciella un depósito con capacidad para 80.000 litros de fuel-oil y así se le concedió.

El Ayuntamiento se vio obligado a buscar abogado (Luis Blázquez Fabián) y procuradores para defender los intereses públicos municipales frente a los intereses de Camila Beceña González, sobre la propiedad de determinadas fincas que la vecina canguesa afirmaba eran suyas, mientras el Ayuntamiento decía que le pertenecían a Parres.

En meses posteriores acabaremos encontrando el final del pleito, que terminó amistosamente, “en tablas”.

Otro frente judicial estaba abierto contra la Junta Vecinal de Cofiño, a la que el Gobernador Civil ordenó se le entregase el dinero que el Ayuntamiento tenía depositado en una entidad bancaria como resultado del corte de madera en El Sueve, pero que la Corporación municipal había decido que se retuviese mientras se resolvían sus reclamaciones del contencioso administrativo ante el Tribunal Supremo Central, en Madrid.

En marzo de 1966 la Junta denominada “Puerto del Sueve”, que tenía personalidad jurídica para la administración de recursos que produjesen los aprovechamientos maderables y pastos de dicho puerto, debatía con el Ayuntamiento la propiedad de 1.614.344 pts que había depositado la Jefatura de Patrimonio Forestal a nombre del Ayuntamiento y de dicha Junta.

Nuevas licencias de taxi fueron concedidas a Ramón López Palacios y a Ángel Allende Gutiérrez, en este caso concreto para Soto de Dueñas.

Mientras, en el Plan de Cooperación Provincial 1966-67 decidieron incluir una nueva traída de aguas a Arriondas, con una longitud de 3.200 metros, un depósito de 2.000 metros cúbicos y un presupuesto de 900.000 pesetas, con destino a los 2.500 habitantes de Arriondas y Castañera, el Ayuntamiento se comprometía a pagar el 40% del gasto total.

Estudiaban al mismo tiempo el alcantarillado para el ´pueblo´ de Castañera con una longitud de 700 metros y un importe de 350.000 pts.

Más costosa era la prevista traída de aguas para los 320 vecinos de Tospe, Carrio y las dos Grandas, con una longitud de tuberías que llegaba hasta los cinco kilómetros y un presupuesto de 1.200.000 pts.

La subvención del gobierno Civil para la construcción de la escuela de Cuadroveña fue de 227.225 pts. y se le encargó el proyecto al arquitecto Carlos Blanco Bescos.