POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
Llegan estas Memorias a su capítulo 125 que -a modo de antología- este cronista va recopilando entre miles de posibles datos publicables, seleccionados según su propio criterio, el que considera será el del gusto de los posibles lectores interesados.
Diríase que -en este caso- los árboles sí dejan ver el bosque o, al menos, entrever lo que en él estaba oculto u olvidado en los últimos 150 años de nuestra historia común.
Para adecentar las inmediaciones del nuevo parque municipal se decidió en 1971 demoler los cobertizos (conocidos como “los puestinos”) y la bolera, lindantes ambos en su cara Norte con la Plaza de Abastos.
El día de San Isidro Labrador de ese año el Ayuntamiento homenajeó a quien había sido elegida “Maja de Asturias”, la parraguesa -vecina de Pendás- Mary Paz Cuenco Alonso, frente a otras treinta y nueve de sendos concejos asturianos, que -tras la votación del diario “La Voz de Asturias” que organizaba el acto, y que publicaba cada día un voto que daba derecho a los lectores a participar- obtuvo 5.343 votos y la dejó en novena posición para asistir en Mieres a la elección definitiva -con otras diecisiete finalistas- resultando ganadora del certamen.
No especifican las actas municipales detalladamente en qué consistió el acto de homenaje, sólo que se abonaron 17.926 pts. por los gastos y -según la prensa de aquellos días- quedó constancia de que el homenaje había tenido lugar en el salón de actos de la Casa Sindical, de la que era Delegado Local Fernando Cuenco Pría, donde se le entregó como regalo una pulsera de oro que había costeado el Ayuntamiento, la Hermandad de Labradores y algunos vecinos, actos que concluyeron con un vino español y un baile en la nueva sala de fiestas local TOYPE-CLUB.
Cuando en diciembre de 1971 se habló por primera vez de construir un puente sobre el río Piloña para unir la villa con Santianes del Terrón (San Juan del Terrón) y Las Caserías de Pan de Aguilar -que estaban prácticamente incomunicados- dando ya por hecho que un terreno de 13.000 metros cuadrados sería donado por un particular para el campo polideportivo, el Ayuntamiento pidió un préstamo bancario de 2.500.000 pts. para hacer frente a la construcción de dicho puente, a pagar en diez años y sin intereses, según el Patronato de la Caja de Crédito de Cooperación Provincial.
En el capítulo siguiente veremos los detalles y condiciones de la donación de terrenos, así como los compromisos adquiridos por el Ayuntamiento cuando se hizo efectivo el documento consensuado entre ambas partes, ya en abril de 1973.
Veremos también los problemas surgidos tras la contratación del puente y el detalle de gastos que originó.
En los inicios de la década de los años 70 comenzaron a construirse en Arriondas numerosos edificios de tres, cuatro y cinco pisos.
Así, en 1971, a José María Rozada se le autorizó a construir un edifico de cuatro alturas (ocho viviendas) en un solar de su propiedad -frente a la iglesia- con un presupuesto de 4.445.363 pts.
Era Ramón Miyares del Valle el Presidente de la Cooperativa de viviendas “Ntra. Sra. del Carmen”, siendo él en esta función el que solicitó construir un edifico en terrenos adquiridos por la citada cooperativa en la confluencia de la carretera general (o calle José Antonio) y la calle Ramón del Valle (donde se encuentra actualmente la farmacia). El edificio tendría bajos comerciales y cuatro plantas, para un total de dieciséis viviendas, cuyo presupuesto era de 6.351.756 pts., un edificio que estaría acogido a los beneficios del Estado, como era bastante habitual.
El vecino de Oviedo Ángel Albuerne Rodríguez, solicitó licencia para abrir un Ambulatorio del Seguro Obligatorio de Enfermedad en un edificio de la calle Calvo Sotelo, con un presupuesto de 330.546 pts., accediendo la Corporación Municipal a dicha apertura, tras el obligatorio pago de las tasas correspondientes al arbitrio municipal.
Por otra parte, Adolfo Tereñes Poó solicitó edificar en terrenos de su propiedad (que se conocían como “Les Carteleres”, por ser el lugar donde se fijaban fotogramas impresos de las películas que se iban a estrenar en Arriondas), en la confluencia de las calles Generalísimo, Calvo Sotelo y La Peruyal (hoy “Edificio Mirador”), un edificio de cinco plantas y bajo comercial, con diez viviendas y con un presupuesto de 3.774.681 pts.
Llevaba Belisario Suárez Pellico el local dedicado a bar conocido como “El Submarino”, el cual solicitó construir un sótano en el mismo, cuestión sobre la que informó el aparejador Rafael Alonso antes de concederle la licencia oportuna.
Al vecino de La Morca Carlos Enrique Poó González, se le autorizó en 1972 a instalar un stand totalmente desmontable en la Campera de Pimentel, en El Fito/El Fitu, que estaría destinado a la venta de artículos de artesanía, desde el día 1.º de mayo al 1.º de octubre, por el que se le impuso una renta de 500 pts. mensuales. A esta autorización siguieron otras similares durante varios veranos a favor de Carlos E. Poó González.
También se autorizaba a abrir una taberna en soto de Dueñas en esas fechas a Enrique Toraño Granda, vecino de Prunales.
A los vecinos de Llerandi se les permitió captar agua de los manantiales de “Fuente Friera” y “Fuente del Cueto”, pero se les negó a captar la del manantial “Laxe”.
A los de Carúa y La Roza, en Cividiello y barrio de “La Chorra”, les comunicaron que podrían hacer captaciones en “Fuente del Cueto” y Fuente La Chorra”.
Y en 1972 se suprimiría definitivamente el impuesto sobre los carros.
Vimos en el capítulo CXVIII cómo Ismael Cortés Soto -vecino de Cangas de Onís- había donado el terreno para la construcción de la acera desde la iglesia hasta La Sala, para lo que hubo de derribarse el muro de la finca de su propiedad y construirle otro -retirado 1,80 metros del original- y en junio de 1972 (cuatro años después) solicitó quedar exento de pagar por la construcción de la acera que le correspondía, negándole el Ayuntamiento la petición.
Aquel mismo verano ocurrió un suceso cuando menos curioso, a saber:
El fraile dominico José Luis Álvarez Valdés -del Convento Santo Domingo de Oviedo- presentó una denuncia contra dos taxistas de Arriondas por su “comportamiento reprobable”.
No se especifica en las actas municipales el motivo concreto de la denuncia (sí el nombre de los taxistas) pero la Corporación Municipal -presidida por Jesús González Llenín- acordó requerir a los dos denunciados al objeto de que en lo sucesivo se abstuviesen de promover ´actos desfavorables´ en la vía pública -con otros compañeros de profesión-, previniéndoles que -en caso de reincidencia- les sería incoado el correspondiente expediente para retirarles la licencia de taxistas.
El ´incidente´ parece que había ocurrido en la vía pública, en Oviedo…
Este dominico es conocido en Asturias como el “Padre Valdés” (Figaredo, 1936), con cierta fama por haber sido el principal impulsor del hockey sobre patines en Asturias.
A Saturnino Rodríguez Rodríguez se le autorizó la apertura del Hostal-Restaurante en el nuevo edificio de su propiedad.
Y a María Luisa Miyares Estrada se le autorizó a construir un edifico de seis viviendas y bajos comerciales, según un presupuesto de 1.793.037 pts.
Narciso Mier García renunciaría a su cargo de Primer Teniente de Alcalde en octubre del año que nos ocupa, siendo sustituido por Fernando Cuenco Pría, concejal y Delegado Local del Sindicato.
La Piscifactoría situada en Soto de Dueñas fue ampliada con un presupuesto de 199.288 pts., de acuerdo con la solicitud presentada por Luis Martínez Estrada, vecino de Oviedo.
Cada Navidad los funcionarios municipales recibían una gratificación -independientemente de su sueldo- que en esta ocasión fue de un total de 200.000 pts.
Un nuevo secretario accedió al cargo, Eduardo Hipólito García de Diego, el cual anunció que también atendería la secretaría del Ayuntamiento de Cabrales.
Eran los barrenderos municipales Enrique Martínez González y Manuel Pendás Vega.
Novedoso fue que se comprase en Casa Cueto un vespino para la Policía Municipal, cuyo precio fue de 16.998 pts.
Se agradeció a Josefina Blanco Blanco (viuda del “indiano” Pancho Collía -padrino de este cronista-), a Gumersindo González Cortés y a los Hermanos Aramburu Campillo, la cesión de algunos árboles para el embellecimiento del parque municipal de La Llera.
Fue en 1972 cuando se crearon los cotos de caza de Cea y Cetín y en la Cuesta de Parres (de los que hablaremos pronto sobre quiénes los disfrutaron y a cambio de qué condiciones).
El camino vecinal Soto de Dueñas – Llerandi se presupuestó en 943.769 pts., de las que el Ayuntamiento debería abonar 180.000 pts.
Todavía el este año el padrón de la beneficencia pública no decrecía por el número de vecinos faltos de recursos elementales…y así llevábamos 150 años. Algo que nos recuerda al evangelista Mateo en el capítulo 26, versículo 11: “Porque a los pobres siempre los tendréis con nosotros…”