POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
En el mes de diciembre de 1975 quedó desierta la subasta para edificar una nueva Casa Consistorial en Arriondas, dijeron que por haber quedado desfasados los precios del proyecto elaborado en su momento para el que se había solicitado al Banco Español de Crédito la cantidad de 12.954.283 pts., de las cuales 6.811.718 eran para dicha obra y se debían pagar importantes intereses.
Total: la Corporación que presidía González Llenín decidió que se reformaría el edificio que había, y se desechó la idea de construir uno totalmente nuevo.
A la reforma del edificio del ayuntamiento sólo se presentó el pliego de obra de Manuel Bañobre Cueto, el cual ofreció ejecutar la obra por un importe de 4.870.972 pts.
Se le concedió este trabajo y la Corporación trasladó sus oficinas -mientras durase la obra- a un local de la calle José Antonio nº 7.
Se aprobó que la jubilación de los cinco guardias municipales sería efectiva con 65 años, pero la del secretario y tres oficiales funcionarios sería con 70 años.
Los municipales percibían un sueldo de 85.500 pts. anuales cada uno.
En el mes de febrero de 1976 se le autorizó a Luis Álvarez Páez para abrir una cafetería-pastelería de nombre “Covadonga”, en la calle José Antonio Primo de Rivera.
En marzo de 1976 el usufructo del coto de caza de Cea y Cetín se prorrogó durante cinco años más (1978-1982) al mismo que ya lo disfrutaba, el médico oftalmólogo Álvaro Fernández-Vega Diego (1924-2016).
En esta ocasión se le obligó a pagar por adelantado medio millón de pesetas por el disfrute del coto.
Como veremos en su momento (6-III-1983), no volverá a renovarse este usufructo concreto.
Para mejorar la traída de aguas a Arriondas (donde aún no había contadores en los domicilios) pensaron incorporar el manantial de “Güeyu Revuelvi”, pero no estaba claro quién era el propietario.
Más de cuarenta años después (6 de febrero de 2017) la Confederación Hidrográfica del Cantábrico informó sobre el inicio de expediente (A/33/07676) de extinción del derecho al uso privativo de las aguas, en referencia a este manantial de “Güeyu Revuelvi”, cuyo titular es el Ayuntamiento de Parres.
En la concentración escolar fueron desafectados para uso público los edificios escolares de los pueblos, mientras se solicitaba al Ministerio de Educación y Ciencia la creación de una Escuela de Formación Profesional (ramas eléctrica y mecánica), ofreciendo el edificio de las Escuelas Graduadas -junto al ayuntamiento- con ocho aulas y en bastante buen estado.
En el caso de precisar un nuevo edificio, ofrecieron donar terrenos cerca del que había dejado de ser Instituto “Hernán Cortés”, en El Barco.
La Delegación Provincial de Educación y Ciencia ya había solicitado -al finalizar el año 1975- que se formalizara la escritura pública de cesión del solar que ocupaba el ´abortado´ Instituto de Enseñanza Media, al Ministerio, puesto que no se había hecho en su día y no figuraba como tal en su inventario.
Lo cierto es que como en dicho edificio se ubicarían las escuelas de EGB del municipio, la Corporación alegó que ya no sería necesario el proceder a cumplir con dicho trámite de cesión del solar al Ministerio…
…Y las que habían sido tan ansiadas escuelas rurales del concejo, salieron a subasta pública.
Un tema controvertido por varias razones y que -de ocurrir hoy- seguro que los vecinos de cada pueblo no hubiesen permitido que pasasen a manos privadas.
Un primer “lote” de edificios escolares a subasta tuvo los siguientes dueños:
-Estefanía Tárano Fernández adquirió el edificio de la escuela de Dego por 400.026 pts.
-Faustino Martínez Poleto, la de Romillo, por 150.000 pts.
-A José María Pandavenes Blanco se le adjudicó la escuela de Pendás en 450.107 pts.
-A José Antonio Moro Sánchez el edificio de la Vega de los Caseros, por el que pagó 566.233 pts.
-Wenceslao Nicieza Quesada compró la escuela de Toraño en la subasta por 505.500 pts.
-Dorita Meré de la Vega, el edificio de Granda, por 205.551 pts.
(Es cierto que los vecinos de Granda pidieron que este edificio escolar quedase para servicio de los vecinos…pero la respuesta que les dio el Ayuntamiento fue que habían presentado la solicitud fuera de plazo y que no hubo reclamaciones durante el mes legal habilitado para ello, además de que los pliegos de condiciones habían estado expuestos durante ocho días…
Quitó (o mitigó) la Cuesta de la Toya no pocas hambres en Arriondas y sus alrededores, puesto que se cedían parcelas de la misma a -especialmente- familias pobres de Ozanes, Arobes, Cuadroveña, Castiello, Castañera o Arriondas, por periodos de doce años prorrogables.
Finalizaba el año 1976 con el mismo secretario interino que el Ayuntamiento había tenido durante los últimos quince meses -Ángel de Prada Castrillo- con el que la Corporación estaba muy satisfecha. Se recibieron muchas solicitudes de aspirantes a cubrir su plaza de forma definitiva, pero la Corporación dio prioridad a su instancia sobre otras, con la intención de que fuese designado sobre los demás aspirantes, una resolución que debería tomar la Dirección General de Administración.
A Ismael Miyar Flórez se le adjudicó la instalación del nuevo reloj de la Casa Consistorial, así como sus cuidados durante los años siguientes.
Ismael había abierto un negocio de relojería y joyería en la calle Covadonga, en Arriondas.
También José Rodríguez Noriega abrió una autoescuela, autorizándosele como lugar para las prácticas la “plaza del mercado”.
Tras treinta y siete años de servicio -y cumplidos ya los 63 años- solicitó su jubilación voluntaria el funcionario José Pérez Laria.
Darío Quesada Arnedo llevaba más de veinticinco años como Depositario de Caudales y decidió dejar su plaza debido a su avanzada edad y delicado estado de salud.
Darío fue un funcionario excepcional por el mero hecho de trabajar gratis la mayor parte del tiempo -diríamos que por amor al trabajo y ayuda al municipio-.
La Corporación le concedió un premio en metálico de 25.000 pts. como homenaje y despedida.
Estaba de alcalde en funciones Fernando Cuenco Pría en noviembre de 1975, cuando falleció Francisco Franco, por lo que solicitó enviar testimonios de pésame por la muerte del “Caudillo de España, Generalísimo de los Ejércitos y Jefe del Estado, excelentísimo Señor don Francisco Franco Bahamonde”, telegramas que enviaron a: su viuda, doña Carmen Polo, al Presidente del Gobierno, al Presidente del Consejo de la Regencia, a Su Alteza Real don Juan Carlos de Borbón -Príncipe de España-, al Ministro de la Gobernación y al Ministro Secretario General del Movimiento.
Lo mismo que hicieron decenas de miles de corporaciones municipales de todo el Estado y otros organismos.
Desde 1971 hasta 1978 recordamos que el alcalde fue Jesús González Llenín, quien ostentaba otros cargos, como Jefe local del Movimiento, Diputado Provincial por el partido judicial de Cangas de Onís, Vicepresidente de la Comisión Provincial de la Mutualidad Agraria, Vocal Nacional del Sindicato de Ganadería, Vocal de la Comisión Permanente del Consejo de Empresarios, y otros.