POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
La Sala Cuarta del Tribunal Supremo -con fecha 25 de mayo de 1977- ordenó que se ejecutase la sentencia contra el Recurso Contencioso Administrativo -interpuesto por el Ayuntamiento de Parres- contra la Resolución del Ministerio de Agricultura que ordenaba el abono a la Junta Administrativa del Puerto del Sueve de las cantidades procedentes de cortes de madera por importe de 7.292.498 pts. que debían entregarles antes del día 26 de junio de 1977.
Por unanimidad se vieron obligados a entregarles esa notable suma de dinero acumulada tras años de pleitos.
Pero las arcas municipales no solo no disponían de ese dinero, sino que tenían un déficit de 818.438 pts., de modo que tuvieron que habilitar los créditos oportunos y pactar gestiones amistosas con la Junta del Sueve.
El día 29 de junio de 1977 el Ayuntamiento cedió los terrenos para edificar un cuartel para la Guardia Civil, exactamente donde después se construyó el parvulario o Colegio de Educación Infantil.
Como el director y los maestros del Colegio Nacional Mixto de Arriondas celebraban cada año la festividad de su patrono San José de Calasanz el día 27 de noviembre (o en fecha próxima a ésta), solicitaron ayuda para que les pagasen la cena de hermandad que celebraban en esa jornada conocida como “Día del Maestro”.
La Corporación acordó por unanimidad entregarles 15.000 pts. y lo cargó a la partida de “gastos de representación”.
Lo asombroso es que el mismo director solicitó a continuación ayuda para determinadas obras de reparación en el citado colegio y -también por unanimidad- le respondieron que era de todo modo imposible por falta de fondos destinados al efecto, y que esperaban que el Ministerio correspondiente las incluyese en sus presupuestos.
En noviembre el equipo de segunda división de hockey sobre patines “Club Patín Sella” solicitó unos terrenos para sus entrenamientos y partidos de hockey, puesto que se veían obligados a acudir a Infiesto. La respuesta fue que se haría lo posible para darles unos terrenos apropiados.
Se decidió iniciar expediente de desafectación de Servicio Público de parte de la conocida como Plaza de Abastos que -prácticamente- ya no se utilizaba para tal fin.
Uno de los que tenían desde hacía años un puesto fijo de venta en dicha plaza se negó a abandonarla, y la Corporación que presidía Jesús González Llenín le notificó que -por exigencias de interés público que al Ayuntamiento le correspondía ejecutar- tenía quince días para desalojar el puesto en la parte alta de la plaza.
La sala de fiestas TOYPE CLUB pagó al Ayuntamiento 40.000 pts. como concierto fiscal por el año 1977, y 50.000 pts. por 1978.
Era entonces el arquitecto técnico municipal, Francisco Javier Hoyos Lizarraga, después concejal en Ribadesella y uno de los fundadores -en 1989- de las populares carreras de caballos de la playa de Santa Marina, en dicha localidad, fallecido en la villa riosellana a los 68 años en marzo de 2018.
El régimen del arquitecto técnico no era de contratación laboral, sino que se le abonaba una cantidad en metálico por unos servicios en jornada reducida.
Para funciones técnicas concretas se autorizó por unanimidad la contratación administrativa del arquitecto técnico parragués Luis Ángel Somoano Prieto, el cual comenzó a prestar sus servicios el día 20 de enero de 1978, por cese del anterior, F. Javier Hoyos Lizarraga.
El contrato con Somoano Prieto fue firmado por un año, con un sueldo de 10.000 pts. mensuales, y en él se especificaban las funciones concretas de su trabajo, como eran el informar expedientes de obras y demás licencias municipales.
El día 27 de enero de 1978 tomó posesión de su cargo de Secretario Municipal, Gregorio Arcos Pampliego.
Consideraba la Corporación que las vías públicas de Arriondas ya estaban muy saturadas de tráfico, razón por la que le denegaron a Andrés Calvo Franco -domiciliado en Luces (Colunga)- la posibilidad de realizar prácticas de conducir con los alumnos de la autoescuela que pensaba abrir en Arriondas en un bajo comercial propiedad de José María Rozada Blanco, sito en la calle José Antonio Nº 55, como así hizo.
Después, se le autorizará a Calvo Franco a construir una pista para prácticas de autoescuela en el kilómetro 150,9 de la carretera de Arriondas a Cangas de Onís, en la parte baja de Sobrepiedra.
Por aquellos días Marcelino Cueto Caldevilla solicitó instalar un potro para herrar ganado vacuno en “Traslaviña”, quedando en estudio la decisión.
Protestaron los comerciantes de la villa acusando de competencia desleal a los vendedores ambulantes que acudían al mercado de los sábados, y solicitaron que se les asignasen lugares de venta lejanos a los que ocupaban en el centro del mercado.
Élida Suárez Suardíaz solicitó autorización para traspasar el negocio de taberna y comercio menor de ultramarinos que era propiedad de Fernando Martínez Martínez, situado en la calle Inocencio del Valle.
A los hermanos Antonio y Enrique Otero se les autorizó a construir un edificio para viviendas, bajos comerciales y garaje en El Puente (Prestín).
Instalar el reloj que ahora vemos en el ayuntamiento del concejo supuso un gasto de 27.776 pts. que le fueron pagadas al constructor Manuel Bañobre, y a Ismael Miyar se le encargó su mantenimiento.
Se acordó subir a 10 pts. por área las parcelas arrendadas a muchos vecinos en la Cuesta de La Toya (que -como vimos en su momento- ya estaban en alquiler el 1911, casi setenta años antes).
El cura párroco de Sto. Tomás de Collía pidió ayuda -en nombre de los vecinos- para reparar el camino en un tramo de 500 metros entre “La Quintana” y “El Toral”, lo mismo que había hecho Marcial Manzano Rivero y otros vecinos de La Salgar, para reparar un camino.
En ambos casos les concedieron 50 metros cúbicos de grava.
En una sesión extraordinaria de fecha 5 de junio de 1978, Fernando Cuenco Pría presentó su dimisión como Primer Teniente Alcalde, por razones particulares.
Tan solo dos días después, presentó su dimisión el alcalde Jesús González Llenín, alegando motivos de salud.
Así se produjo la curiosa situación de que Emilio Llamedo Olivera pasó -en apenas cuarenta y ocho horas- de ser segundo Teniente Alcalde a primero (por dimisión de Cuenco Pría), y -seguidamente- a Alcalde de Parres (al dimitir González Llenín).
(Realmente, Jesús G. Llenín había presentado la dimisión al Gobernador Civil de la Provincia dos meses antes, el día 1.º de abril, siéndole aceptada el día 30 de mayo, pero no se hizo pública hasta el Pleno del citado día 7 de junio).
De esta forma, Emilio Llamedo Olivera pasó a ser el alcalde de Parres durante los diez meses siguientes, desde el día 7 de junio de 1978 hasta las primeras elecciones municipales democráticas celebradas en España tras el franquismo, el día 3 de abril del año siguiente.
El Presidente del Club Arenas del Sella solicitó la construcción de un campo de fútbol, iniciándose así los trámites informativos, jurídicos, condiciones de exposición pública, estudio y examen del proyecto.
Era Manuel Pelayo Figueras el Presidente del Arenas del Sella desde 1975, y lo fue hasta 1983;
como antes lo habían sido: Juan Fernández Suárez (“Juan el del Banco”), Enrique Cepa Martínez, Jaime Martínez Vera, José Díaz Rozada, Faustino Díaz Escandón, Maximino González Rodríguez, Manuel Montoto Arenas, Víctor Gutiérrez Sánchez y Belisario Suárez.
El fútbol fue un deporte ya presente en la villa desde los inicios del siglo XX y aparece en las actas municipales anteriores a la Segunda República como “Arriondas C.F.”
Pero desde 1948 se fijó la identificación como “Arenas del Sella”.
Fueron utilizando -entre otros- campos en Castañera, La Dehesa y La Llera.