POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
Fue Maximino Tereñes Mier el primer Presidente del Colectivo «Cine-Club de Arriondas», el cual solicitó permiso para utilizar la Plaza de Abastos el día de Nochebuena de 1982 con la finalidad de celebrar una fiesta popular para sacar fondos destinados a constituir el citado Cine-Club y -por unanimidad- se le concedió el permiso.
No se autorizó en principio a utilizar el salón de actos del ayuntamiento para proyectar películas en él, pues la intención de “Maxi” era que así fuese mientras no encontrase un lugar adecuado.
Pero esta decisión fue revocada, dado que -tras diez años sin cine en Arriondas- el día 8 de noviembre de 1983, en el citado salón, se puso en marcha el Cine-Club “Arriondas”.
Se proyectaban dos películas semanales, los martes y los domingos (en este día había una sesión infantil).
Eran los socios en su mayoría jóvenes, con inquietudes culturales, los cuales abonaban 200 pts. al mes, llegando a asociarse cerca de trescientos en el primer año de funcionamiento del Cine-Club.
El éxito fue tal que tuvo un superávit de 140.000 pts. en su primer año de funcionamiento.
Meses después encontraremos de nuevo a Tereñes Mier solicitando ayuda para adquirir un proyector cinematográfico, una cuestión que se remitió a la Comisión de Cultura Municipal.
Le concedieron 10.000 pts. para adquirirlo.
“Maxi” y su equipo tuvieron un enorme éxito al frente del Cine-Club de Arriondas, ofreciendo sesiones tanto para adultos como para niños. Periódicos y revistas de la época recogen datos sobre el tema, como el numeroso grupo de socios que tenía.
Se hará referencia de nuevo al Cine-Club a finales del año 1984, cuando se destinen 22.825 pesetas para adquirir diversos materiales para el mismo.
Todavía en el año 1986 encontraremos a Maxi Tereñes como Presidente del Cine-Club, solicitando alguna subvención municipal para esta actividad cultural, y le concederán 20.000 pts.
Nos dejó “Maxi” en plena juventud, cuando tenía todo un futuro prometedor por delante.
Maximino fue entonces el primer Presidente del Colectivo Cine-Club durante varios años, y allí estaba también en este equipo entusiasta del llamado “séptimo arte” Miguel Ángel Aramburu -fallecido con 60 años en el mes de mayo de este año 2020- colaborando en la gestación de esta historia cinematográfica parraguesa.
Miguel recogería personalmente el relevo años después -tras haberse perdido de nuevo el apasionante mundo de la cinematografía en Arriondas-, y con su “Cine en la Calle”, animó los veranos de la villa durante varias ediciones.
El balance de gastos de las fiestas locales de Sta. Rita y El Carmen de 1982, dejó un déficit de 164.096 pts., de modo que su presidente (José Manuel Sierra Menéndez) solicitó una subvención municipal.
La Corporación acordó por unanimidad concederle casi la mitad de lo que había solicitado, 80.000 pts.
También la Sociedad “La Peruyal” tuvo pérdidas ese año, no citándose expresamente la cantidad, y se le entregaron 40.000 pts. a su presidente, José Luis Pérez González.
Era la “Fiesta del Gallo” la única que se celebraba en Castañera, a cuya comisión organizadora el Ayuntamiento le concedió un trofeo de 2.000 pts. La fiesta tuvo lugar el sábado, día 25 de septiembre.
En este año 1982 se celebró por primera vez la jornada denominada “Campo de Parres”, sin que se especifiquen más detalles.
Se solidarizó la Unión de Campesinos Asturianos de Piloña con los del concejo de Parres, por los daños causados por los jabalíes, manifestando que estaban dispuestos a colaborar en cuantas acciones se pusieran en marcha para solucionar el problema.
Manuel Pelayo Figueras, como Presidente del Club “Arenas del Sella”, solicitó ayuda para hacer frente a los gastos de conservación de las instalaciones del Campo Municipal de Fútbol, concediéndole 50.000 pts. para esa finalidad.
Llamaron Descenso del Sella “Viejas Glorias” al que -por primera vez- se celebró el día 12 de octubre de 1982.
El año 1982 se cerró haciéndole un regalo por importe de 7.000 pts. a la maestra recién jubilada Conchita Vigil (no se especifica cuál), más un ramo de flores.
En enero de 1983 Roberto Díaz Hevia solicitó la apertura de un local, situado en la calle José Antonio, que se dedicaría a la venta de electrodomésticos.
Dieciséis nuevos vecinos -entre 54 y 93 años- con derecho a médico y medicinas gratis, pasaron a formar parte de la beneficencia pública municipal. A ellos se sumaban otros quince como esposas, hijos, etc. de los anteriores.
Sólo los medicamentos le suponían al Ayuntamiento cerca de 800.000 pts. anuales.
La misma farmacia de Ramón Hevia suministraba los medicamentos de las familias de los funcionarios municipales y de sus clases pasivas (unas 150.000 pts. anuales).
En agosto de 1984 solicitó licencia de apertura de un local -en la que aún era calle Mártires de Parres- Dionisio González Rodríguez, establecimiento que estaría dedicado a la venta de toda clase de artículos de librería, la cual sería conocida con la denominación de “Gestión”.
Cuando finalizaba el año 1982 y de acuerdo con una campaña de saneamiento ganadero, en el concejo de Parres había datados 356 establos saneados, con un total de 3.635 reses.
Habían sido sacrificadas por brucelosis 34 reses, más otras 63 por tuberculosis, además de ser decomisadas 11 más.
Un total, pues, de 108 reses enfermas fueron detectadas, cuyo coste supuso 7.886.536 pts.
Era un convenio del Ministerio de Agricultura, Cámara Agraria Local y Ayuntamiento, habiendo colaborado éste último con 250.000 pts. para la citada campaña de saneamiento ganadero.
Santianes del Terrón, Villanueva de Fíos, La Huerta y Les Escodes aún esperaban la electrificación.
Por otra parte ya se estudiaba la posibilidad de que el servicio de recogida de basuras se hiciese con un vehículo compactador.
Los teléfonos públicos rurales se hacían presentes en comercios y bares, por ejemplo en los bares de: Aballe, Arobes, Bodes, El Pico, Fuentes, La Salgar y Toraño.
En domicilios particulares de: Collado de Andrín, Fresnidiello y Pandiello.