POR FRANCISCO ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
1934:
-Las Fiestas de Santa Rita cambian de denominación.
-Quinta edición de la ´Regata de Piraguas´.
-El Ayuntamiento entabla un proceso judicial sumario contra el párroco.
-Expropiación a José García Labra para abrir la hoy calle de los Castaños.
Los festejos populares que Arriondas celebraba en honor a Santa Rita alcanzaban en 1934 su trigésimo octava edición, pero la caída de la Monarquía y la llegada de la II República tres años antes dieron un nuevo enfoque a las fiestas y se eliminó toda connotación religiosa, hasta el nombre, de forma que el consistorio parragués -democráticamente elegido y con mayoría socialista y republicana- aceptó la propuesta de la “Sociedad Deportiva Arriondas F.C.” la cual se ofreció a organizar un ambicioso programa festivo.
El Ayuntamiento les concedió 750 pts. y el programa se puso en marcha.
La directiva se constituyó en comisión y decidió cambiar la denominación de la convocatoria festiva, pasando de ser “Fiestas de Santa Rita” -como se conocían desde 1896- a denominarse:
“FIESTAS DE MAYO”
Su programa detallado fue el siguiente:
-Domingo, día 13 de mayo de 1934.
A las 15 horas, en el campo de Castañera (conocido como el de “la mio pita”) partido de ´foot-ball´ (aún se escribía en inglés) de la Copa del Ayuntamiento entre el Arriondas F.C. y el Club Deportivo Riosellano.
A continuación primera romería, amenizada por pianolas, (porque las romerías comenzaban a las cinco de la tarde).
A las 10 de la noche, verbena.
-Domingo, día 20 de mayo:
A las 15 horas, partido Cánicas Atletic, Deportiva Piloñesa y Villamayor C.F. (se supone que serían dos partidos seguidos, al convocar a tres equipos…o que se hiciese algún ´combinado´ y quedasen en dos equipos).
A continuación romería con la Banda de Música de Ribadesella y pianolas.
Al anochecer, segunda verbena con los mismos músicos.
-Día 22, martes (tradicional día festivo, por haber sido propiamente el día de Sta. Rita):
A las tres de la tarde en el campo de Castañera habría un festival infantil, carrera a pie, concursos, etc.
Otro partido de ´foot-ball´ con la copa donada por la Sociedad Deportiva en juego, entre los dos equipos que quedasen eliminados los días 13 y 20.
Gran romería con la Banda de Música de Cangas de Onís y pianolas.
A las 10, tercera verbena.
-Domingo, día 27:
Partido de ´foot-ball´ entre los ganadores de los días 13 y 20, a las tres de la tarde.
A continuación gran romería amenizada por la banda de música de Ribadesella o de Cangas de Onís (y se añade “a ser posible por las dos”) y las consabidas pianolas.
A las 10 de la noche sería la cuarta y última verbena.
Vemos, pues, un programa de cuatro días dedicados a las que pasaron a denominarse “Fiestas de mayo”, a lo largo de dos semanas.
Se programaron trenes especiales desde Ribadesella e Infiesto y la verbenas se programaban previo acuerdo con los “industriales” en el casco urbano de la villa, y se cita expresamente que serían en cualquiera de los lugares comprendidos entre la estación del ferrocarril y el puente sobre el río Sella.
Se añadía que -si por causa del mal tiempo- hubiese que suspender alguno de los festejos de algún domingo, se celebrarían al siguiente.
¡Y todo ello acordado el día 3 de mayo, sólo diez días antes del comienzo de las fiestas!
Del quinto Descenso Provincial del Sella nadie hablaba, porque era todavía poco más que una excursión de amigos que se reunían bajo el puente de Arriondas un sábado en el que coincidiese marea alta en la ría riosellana, de modo que la que se llamaba “Regata de Piraguas” podía celebrarse el primer sábado de agosto, varias veces fue el segundo, y hasta un último sábado de julio en una ocasión.
El Carmen era una celebración más propia de los vecinos de Cuadroveña, junto a la capilla que pasó a llevar esta advocación mariana a partir de 1960, y para la primera Fiesta del Bollu aún habría que esperar dieciocho años, hasta 1949.
Y a las que desde hacía doscientos sesenta y nueve años habían sido las ferias de San Andrés en Pilanegro cada 30 de noviembre, estaba a punto de llegarles su desaparición total.
El 15 de mayo de este año 1934 presentaron instancia para la construcción de un nuevo cementerio en Fíos Laureano Carús y José Manuel de la Fuente, vecinos de esta localidad, pues el que tenían estaba en pésimas condiciones y dijeron estar dispuestos a donar los terrenos y a adelantar al Ayuntamiento la cantidad necesaria para la obra, con la condición de que el Ayuntamiento les devolviese el anticipo cuando dispusiese de medios para hacerlo.
El enterrador en Sto. Tomás era Francisco Queipo y como tal figura en varias referencias.
Noventa niños de Lago y Vallovil acudían a la escuela y se solicitó el desdoblamiento de dicha escuela en dos unidades, para niñas y para niños. Ofrecieron un local para las niñas y el menaje necesario para su puesta en marcha.
Lo mismo hicieron Pendás y San Andrés alegando que tenían doscientos veintiún habitantes con sesenta y cuatro niños y niñas, a 2 km. de Arriondas y con una camino peonil impracticable en el invierno “cruzando barrancos, riegas y el río Chico”. Ofrecieron escuela y 800 pts. para gastos de instalación.
La Roza de Parres tenía un censo de 35 escolares y también solicitaba una escuela mixta dado que los niños debían acudir a San Juan de Parres, a 3 km.
El Centro de Colaboración Pedagógica de Parres presentó una exposición escolar con trabajos procedentes de escolares del concejo.
Se creó una comisión pro-escuelas que comenzó encargando quinientas octavillas en los Talleres Tipográficos de Cangas de Onís (pagó por ellas 7 pts.) y las repartió dando a conocer sus intenciones…que se verían muchas veces frustradas, y vale el ejemplo de las Escuelas Graduadas de Arriondas que -trece años después, en 1947- aún o se habían inaugurado.
La Corporación decidió declarar ´secreta´ la sesión municipal por el tema que se iba a tratar, de modo que debieron abandonar la sala los vecinos que en ella se encontraban.
En ese momento se anunció que el Ayuntamiento entablaba un ´interdicto´ (proceso judicial sumario) contra Rafael Álvarez García, párroco de San Martín de Cuadroveña (en Arriondas desde 1927) por el asunto del cementerio municipalizado desde su incautación, y así se autorizó al funcionario síndico para que otorgase poder a uno o varios procuradores que representasen a la Corporación en el anunciado litigio.
Para perpetuar la memoria de los capitanes Galán y García Hernández (considerados héroes por la Segunda República) el Ayuntamiento concedió 25 pts. a petición del Gobernador Civil, y -como ya dijimos- Parres les había dedicado su calle principal.
A veces tenemos la idea de que durante este periodo republicano predominaban las decisiones de expropiar los bienes de los ricos y no prestarles ningún favor; veamos un ejemplo cercano que demuestra que no siempre era así.
El 19 de julio de 1934 el abandonado camino que partía desde El Castañedo (El Castañéu) hasta Cuadroveña, a través de La Teyería (realmente llamada Villa Isolina), Villa María y Caiñanes (nosotros siempre decimos Cañanes, pero el secretario escribió decenas de veces -a lo largo de años- Caiñanes) se le solicitó a José María García Miyar (dueño de Villa María) que cediese la parte de su finca próxima a dicho camino y éste ofreció además 500 pts. para que se encauzasen las aguas que bajaban por ese camino -ya en desuso- y que él pondría un colector de 30 cm. de diámetro todo el camino desde su domicilio de Villa María hasta la casa de los Herederos de Anastasio del Valle y hasta llegar a la vía del ferrocarril por una parte y hasta el reguero que bajaba al Castañedo por otra. La Corporación accedió al trato y aceptó la cesión, después de informar a la policía urbana.
Bien es cierto que las expropiaciones se imponían cuando se consideraba el bien común por encima de la propiedad privada, como es el caso de la actual calle de los Castaños, abierta tras la expropiación de la finca que José García Labra tenía aledaña a su domicilio, el cual había levantado -junto con su hermano Francisco- con capital procedente de sus explotaciones de tabaco en Argentina y según consta en carta que se conserva en el archivo con las correspondientes reclamaciones del interesado -ya con fecha 22 de mayo de 1939- clamando contra “los elementos que asumieron el poder local durante la dominación marxista”, escribió literalmente.