POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
Era noviembre de 1953 cuando se comenzó la construcción del grupo de viviendas “El Sella” (conocida oficialmente como “Obra Patronato Laboral Francisco Franco”), los componentes del citado grupo tuvieron que abonar previamente 2.400 pts. para poder cortar cuatro álamos y cuatro plátanos de sombra del “Llerón del Barco”, para facilitar las obras.
Al finalizar 1953 el concejo de Parres tenía 8.257 habitantes de hecho y 8.612 de derecho.
Quede constancia de la enorme situación de paro que se registraba en el concejo, debido al difícil estado de los muchos campesinos que había, los cuales habían tenido una cosecha notablemente escasa.
No pocas veces había que encargarle a alguno de los carpinteros la construcción de un ataúd para algún pobre de solemnidad, como en el caso de José Somoano Poó, a quien se le pagaba por este menester 200 pts.
Ya en el mes de febrero del año siguiente se pasó aviso a la Policía Municipal para que -un año más- velase por el cumplimiento de las circulares que remitía el Gobierno Civil, según las cuales estaban prohibidas las fiestas de carnaval, por lo que no se podían exteriorizar de ninguna forma, estando prohibida la utilización de disfraces y caretas, o “cualquier forma de desfigurar el rostro”.
Lo mismo en lo referente a la Semana Santa, durante la que quedaban prohibidos todos los espectáculos desde el mediodía del Jueves Santo, hasta la madrugada del Domingo de Pascua.
Mientras, se autorizó a Antonio Ampudia Prieto -vecino de Granda de Abajo- para que abriese un salón de baile en un local de su propiedad en esa localidad, siempre que cumpliese con los requisitos que recogía el Reglamento de Policía de Espectáculos Públicos vigente desde el 3 de mayo de 1935, en el cual se daban pautas en cuanto a condiciones de higiene y seguridad del edificio.
Así funcionaban varios locales o salones de baile en otras localidades y pueblos del concejo.
La moral y costumbres se controlaban de manera contundente, veamos un ejemplo:
Una circular del Gobierno Civil llamaba la atención de todas las alcaldías respecto a las “coplas incorrectas o de mal gusto” que a veces circulaban entre la población, para evitar que fuesen en contra de las “masas populares”, autorizándose la recogida de las mismas y la inmediata propuesta de sanción ante los organismos competentes.
El día 21 de abril de 1954, el taxista local Nazario Pérez trasladó a Láncara de Luna (León) a una representación del Ayuntamiento para asistir al sepelio del cura de San Martín de Cuadroveña, el cual había sido párroco de Arriondas desde diciembre de 1927 hasta el verano de 1953, el cual había fallecido el día 18 de abril.
Al entierro llevaron una corona de flores con dedicatoria que se le había encargado al horticultor Paredes (no se cita su nombre), al que le pagaron 250 pts. La factura del taxista fue de 1.230 pts.
En el acta municipal quedó constancia del sentir por la muerte del párroco D. Rafael Álvarez García, señalando que había sido “muy querido por todos los vecinos, a quienes guió espiritualmente durante más de veinticinco años”.
El día 11 de junio de 1954 tomó posesión como nuevo párroco de San Martín de Arriondas don Manuel Riera Prida, los voladores para su recibimiento corrieron a cargo del Ayuntamiento y -bajo su carisma sacerdotal- la parroquia pasaría a vivir los más intensos años del siglo XX, puesto que en los veintiséis años siguientes -hasta su fallecimiento el 27 de octubre de 1980, con 68 años de edad- don Manuel (realmente había sido bautizado como José Manuel) marcaría un antes y un después en la parroquia, con una intensa entrega en su ejercicio pastoral.
Tras la muerte del anterior párroco, don Rafael Álvarez García (también veintiséis años en Arriondas, 1927-1953), al que todos conocíamos como don Manuel aparece por primera vez en los archivos municipales planteando que desea realizar obras y reparaciones inaplazables en la Casa Rectoral, solicitando ayuda económica a la Corporación con el fin de que se hiciese una suscripción popular encabezada por el propio Ayuntamiento.
El Ayuntamiento aceptó la solicitud y abrió la suscripción con 10.000 pts.
Entretanto, la villa precisaba un campo de fútbol apropiado, y se solicitaron 63.339 pts. a la Federación Española de Fútbol para el proyecto que se manejaba, cuyo coste sería exactamente el doble.
Se abandonó el proyecto de viviendas para maestros que se arrastraba desde muchos años atrás, puesto que el Ayuntamiento ya no tenía la obligación de abonar indemnización alguna por las casas-habitación.
A cambio, se proyectó levantar un piso a la Casa Consistorial, con dos viviendas, una para el secretario y otra para el conserje.
Con la finalidad de que en el año 1954 Arriondas estuviese representada en el XVIII Descenso del Sella como villa (no a título personal de aquellos palistas de la localidad que ya participaban), el Ayuntamiento decidió adquirir una piragua y abrió una suscripción popular entre los vecinos con esa finalidad; recaudó 800 pts. pero la embarcación costaba 3.075 pts. Así la Corporación puso el resto y consignó el gasto al presupuesto que estaba destinado a la Fiesta de las Piraguas.
Al igual que había ocurrido con el anterior secretario municipal, Enrique de la Grana Valdés -tras más de treinta años en el desempeño de su función- el último secretario, Silvino Otero Manzano, también presentó una reclamación, quejándose de que -tras diez años en su función, entre 1942 y 1952- no se le había abonado el sexto quinquenio que llevaba acumulado tras haber trabajado en distintos ayuntamientos, por lo que se le debían 7.718 pts. sumando el concepto de casa-habitación que también le debían aunque -según él- por el afecto que le tenía al concejo, les donaba 1.000 pts. del total que le adeudaban.
Ricardo Alonso Fernández cesó como secretario interino -que compartía con Cangas de Onís-, tomando posesión el día 15 de febrero como propietario de la misma plaza, Gumersindo Martínez Fernández.
Por otra parte, Conceso Villán Conceso era -desde hacía cinco años- el Inspector Municipal Veterinario.
En el mes de marzo las escuelas de Collía y Llerandi presentaban un aspecto ruinoso, según un informe de la Inspectora de Enseñanza.
Jesús Gavito presentó un presupuesto de 9.950 pts. para reparar las de Collía, y el carpintero Celestino Sánchez, otro de 751 pts. para las de Llerandi.
Mientras, la directora de las Graduadas de Arriondas se quejaba del mal estado del tejado y váteres del edificio de la villa que apenas llevaba seis años en servicio, solicitando una reparación urgente.
El Ministerio de la Gobernación concedió 150.000 pts. destinadas al nuevo parque municipal de Arriondas, y la misma cantidad fue remitida desde la Dirección General de Regiones Devastadas.
Sólo 1 km. de tendido eléctrico faltaba para que la luz llegase a Vallobil, dependiendo éste de la Empresa Eléctrica de Coviella.
Se abrió un concurso restringido para funcionarios, pasando a ser propietarios de su plaza Fernando Rosete Llano y Juan Llano Corral -ambos como auxiliares administrativos-, Luis Longo Casanueva, como vigilante de arbitrios, y Manuel Pendás Vega, como barrendero.
Tenía el comercio de Onésimo Íñiguez un escaparate, pero decidió suprimirlo, dándose de baja -en consecuencia- en el padrón de rótulos y escaparates.
Al Club de Fútbol Arenas del Sella se le concedió una subvención de 5.000 pts. dado el mal momento económico que atravesaba, sumándole otras 1.500 poco después.
Tenía el puente de Avalle un presupuesto de 16.000 pts. de acuerdo con el proyecto del constructor Álvaro Fernández Valle, aportando las arcas municipales el 50% del gasto.
Fue Arriondas final de etapa de la XII Vuelta Ciclista a Asturias -todo un acontecimiento para la villa- y se subvencionó a la prueba con 3.000 pts.
Un circular del Ministerio de la Gobernación llamaba la atención de las autoridades para que extremasen los abusos que -en la época estival- algunos hoteles, bares, restaurantes y otros similares, cometían con los turistas, ordenando que se diese cuenta a la Fiscalía de tasas de las posibles infracciones en los precios exigidos por esos establecimientos.
Al iniciarse el verano de 1954 el Jefe Nacional de Pesca Fluvial comunicó que se concedía la cantidad de 25.000 pts. para la conservación y fomento de la riqueza piscícola del río Sella.
Se suprimió la figura del interventor, cuyas funciones pasó a sumir el secretario, aumentándole un 25 % el sueldo.
Con 5.000 pts. se subvencionó la construcción de un puente sobre el río Priaes, una necesidad que había solicitado el pueblo de Viabaño a través del concejal José Manuel Cayarga, y que concedió la Secretaría General de Administración Local de Asturias.