POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
Con una finalidad cultural, instructiva y social nació en Arriondas el Círculo de Artesanos y, a tal fin, solicitó al Ministerio de Instrucción Pública que le enviase libros para la que sería su biblioteca. Corría el año 1913, y en dicha solicitud puede leerse textualmente: “…a fin de que la clase artesana en sus horas de ocio se instruya con su lectura”. Dicho Ministerio le envió una colección de libros ese mismo año y, en 1920, una biblioteca popular.
La vida cultural de la villa era muy rica en esos años y así -en 1906- había nacido el periódico independiente “El Sella”, el cual informó a los parragueses durante diez años. En 1918 comenzó a publicarse el semanario liberal “La Voz de Parres”, cuya vida fue de sólo tres años y -en 1927- vio la luz un tercer periódico bajo la cabecera “Heraldo de Arriondas”, también de breve existencia. En éste mismo año se impartían en el Círculo clases nocturnas tanto para los socios como para sus hijos y, concretamente, se podía estudiar Aritmética, Dibujo, Cálculo, Contabilidad, Geometría, Gramática, Música instrumental y Solfeo.
Cuando finalizaba 1913 se nombró Administrador del Impuesto de Consumos de carnes vacunas, lanares y cabríos muertos, con un sueldo de 750 pts., dando por hecho que dicha administración le produjese al Ayuntamiento la cantidad de 4.000 pts. anuales, quedando a su cargo los gastos de administración y contabilidad. Los dos candidatos eran Ángel García Escandón y Luis García del Valle; como el primero aseguraba que podía conseguir para el Ayuntamiento unos ingresos de 4.000 pts. anuales, mientras el segundo prometía 4.260 pts. se le adjudicó el cometido al segundo.
Y el día 1.º de enero de 1914 fue elegido nuevo alcalde -con once votos a favor- Luis Gutiérrez Fernández, frente a Ramón Cueto Póo que obtuvo uno y hubo tres votos en blanco.
El Depósito Municipal (calabozo) debía de estar en muy precarias condiciones, puesto que para el mismo se solicitaba un jergón, dos mantas, una ventana y cristales.
Era José Cardín -labrador- el dueño de la barca que cruzaba a Santianes por El Lladuengu con una subvención municipal de 100 pts. que no le cubrían gastos, solicitando aumento de la misma para -además- poner un cable.
Curiosamente la barca de Arobes no recibía subvención por aquellos meses. El acuerdo fue instalar un cable en El Lladuengu y darle al barquero de Arobes 50 pts. por una sola vez. El cable medía 75 metros de parte a parte en ese lugar y pagaron por él 80 pts., obligando al vendedor del mismo a que lo colocase de forma que -en caso de riada- se pudiese elevar y las 20 pts. que iban a darle a José Cardín acabaron siendo para el abono de colocación del cable.
Mientras, el diputado Manuel Argüelles tramitaba en Madrid la construcción de un muro que defendiese a Arriondas de los desbordamientos de los ríos Sella y Piloña en su zona de confluencia y la corporación decidió abonar las 11.000 pts. que suponía el 20% del costo de la obra, a pagar en 25 años. Por unanimidad le concedieron un “voto de gracias” al diputado Argüelles por sus gestiones, el cual era diputado por el Partido Conservador del distrito de Piloña, y acabó siendo Ministro de Hacienda y de Fomento con Alfonso XIII.
La plaza del Ayuntamiento o del mercado estaba en muy malas condiciones y no sabían si echarle grava o asfaltarla con el dinero obtenido de los puestos de venta de la misma, pero como no había aún alcantarillado el trabajo se aplazó.
La primera luz pública de la plaza de La Peruyal y “Calleja de Marcela” se instaló en febrero de 1914.
De Fíos a Villar de la Cuesta aún no había un camino en condiciones en 1914 y el Ayuntamiento perdió el concurso para habilitarlo por no haber garantizado el correspondiente anticipo de fondos.
Mientras, una comisión comenzó a buscar solares en Arriondas para construir unas escuelas en condiciones (algo que no se solucionaría hasta treinta años después, pasada la Guerra Civil).
Antes de 1914 uno de los municipales había sido Manuel González García y en 1906 percibía 1.062 pesetas, pero a partir del año siguiente le pagaron 999 pts. abonándole la diferencia como una gratificación, pero no en los tres últimos años, por los que solicitaba la misma.
Muchos buscaban trabajo, así uno se ofrecía como barrendero por 150 pts. anuales; mientras cada barrio tenía su celador, de forma que se solicitaba uno para el “pueblo” de Castañera puesto que había dudas sobre quién debía arreglar el camino al cementerio desde La Mermeyina, acordándose que tendrían que hacerlo a medias entre los vecinos de Arriondas y de Castañera.
En el “pueblo” de Castañera tenía su molino María Llano.
En febrero de 1914 Ferrocarriles Económicos solicitaron una concesión para aprovechar 43.200 litros de agua por día del arroyo Quinta o Reciello, en Arobes, para abastecer a las locomotoras, después lo quisieron extraer del arroyo del “Sabariego”, pero era un excelente abrevadero para el ganado de los vecinos y éstos alegaron que no tenían más aguas que las del río Piloña, a 1,5 km. Los once vecinos que vivían en el barrio de Tresobaco -a 200 m. del arroyo- pidieron a Económicos que les hiciese una fuente y abrevadero con las aguas perdidas de dicha fuente, incluso algunos vecinos habían vendido sus terrenos a la expropiación, pero todos los demás vecinos se oponían y amenazaban con medidas legales, posicionándose el Ayuntamiento de parte de la mayoría de los vecinos.
Por esos días en Arriondas una comisión municipal y el cura deslindaban el terreno que ocuparía el cementerio civil.
Y el Collado de Santo Tomás estrenó su fuente, abrevadero y lavadero, que costaron 362 pts. fuente y lavadero que han recibido más de una vez el primer premio de enrame de fuentes en las convocatorias de los últimos años.
Un vecino próximo a la estación del tranvía cerró su solar con unas traviesas viejas y -para cuidar el ornato público- se le obligó a poner tablas.
Las traviesas viejas en número de 80 se colocaron en el mercado de ganados, con una anilla de hierro en cada una para sujetar los animales. Total: 100 pts. sin contar arrastre, limpieza y arreglo de las mismas.
En 1914 fueron llamados a filas 108 jóvenes de reemplazo por el concejo, recordemos que el concejo de Parres tenía en ese momento 9.348 habitantes.
Alfonso Reigada, Jefe de explotación del tranvía Arriondas-Covadonga ya tenía cierta visión de que se podían explotar las bellezas naturales de la provincia para atraer turistas, y así propuso editar una considerable cantidad de tarjetas postales a color con vistas de Asturias para repartirlas gratis en el Congreso de Turismo de Londres, ya con el sello puesto. Recibió apoyos económicos del Ferrocarril del Cantábrico, Económicos, Tranvía a Covadonga, Ayuntamiento de Cangas de Onís y Cabildo de Covadonga. La Corporación parraguesa respondió que era una iniciativa importante para Asturias, pero que no podía contribuir por su precaria situación económica, una respuesta habitual que quedó registrada decenas de veces. Bien es cierto que para la beneficencia pública (que sí era primordial) nunca faltaban ayudas.