MENTOR EN LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA
POR JUAN FRANCISCO RIVERO DOMÍNGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE LAS BROZAS (CÁCERES)
A mis años tendré el privilegio de ser uno de los 20 mentores que han sido elegidos por la Universidad de Extremadura para asesorar, apoyar y dirigir a cualquiera de los estudiantes de diversas carreras que se han presentado a este primer programa de “mentoring”, denominado “Alianza Extremadura y que convoca el Consejo Social de nuestra Universidad, que está presidido por el villanovense Antonio Huertas, que lo es también de Mapfre, en colaboración con el Club Senior y SECOT (Seniors Españoles para la Cooperación Técnica).
Hasta el momento ha habido dos sesiones, cada cual más interesante, para tratar en este nuevo programa que ahora comienza, el “mentoring”, un proceso de aprendizaje individual guiado a través de un profesional con experiencia consolidada, habilidades desarrolladas y reconocido prestigio en una organización”, en palabras textuales entresacadas de la guía del mentor.
De esta manera, el Consejo Social de la Universidad de Extremadura ha puesto en marcha una alianza para movilizar a toda la sociedad y especialmente a los jóvenes promoviendo oportunidades que pongan en valor el potencial de la región. El objetivo es estrechar puentes entre la Universidad, la empresa y la sociedad extremeña.
La primera sesión fue la presentación de los mentores y hubo un seminario a cargo de un responsable de SECOT para dar a conocer la labor de un mentor, muy diferente a la de un “coach”, pues éste trabaja en base a su habilidad profesional, mientras que un mentor lo hace por su gran experiencia en el sector en el que ha desarrollado su profesión.
En la segunda sesión, celebrada también en Cáceres en la Facultad de Formación del Profesorado, mucho más práctica, los mentores nos presentamos a los jóvenes en sólo 60 segundos. Y en entre ellos estamos personas de las más diversas profesiones: Empresarios, ingenieros, del mundo de la banca, de la medicina, del turismo o de la Universidad. Tras esta acción hubo sendas intervenciones del rector y del presidente del Consejo Social y de Marta Romo, pedagoga y CEO de BeUp, quien dio una conferencia sobre el “mentoring”, buscando la empatía del mentor con los alumnos a los que se las llama en terminología inglesa “mentees”, algo que a mí me horroriza el usar palabras sajonas en nuestro precioso y rico idioma.
En mi casi concreto me presenté como un joven que salió de Extremadura a estudiar la carrera de Periodismo, que en su día me ofrecieron hasta seis puestos de trabajo por diversos periódicos de España y que decidí libremente ir a ejercer la profesión a Mallorca, una isla “rodeada” de turismo por todas partes trabajando en un periódico, crear una agencia de prensa, ser redactor jefe de una emisora de radio y crear el gabinete de prensa del aeropuerto de la isla. Posteriormente me dediqué durante 30 años a trabajar en el Departamento de Comunicación de la Secretaría de Turismo de España, sacar el doctorado en Turismo por la Universidad Antonio de Nebrija, a viajar por unos 50 países, desde Lituania a Camerún o desde Taiwán a Honduras; presidente de honor del Skal de Madrid (asociación internacional de profesionales del turismo)…y seguir aprendiendo sobre el turismo, además de llevar con orgullo los cargos de cronista oficial en la villa de las Brozas y en el pueblo de Hinojal, ambos en la provincia de Cáceres.
Lo mismo hicieron los diversos profesionales que acompañaban en esta sesión; todos en un minuto, salvo alguno que aprovechó y dio una pequeña conferencia. Tras un descanso y hacer un alto, los alumnos y los mentores intercambiaron pareceres para posteriormente tener una rápida sesión de “mentoring”.
En el primer grupo atendí a cuatro jóvenes interesados en los más diversos temas, desde la comunicación y el periodismo, en crear una empresa de deporte con referencia a nivel nacional, en saber comunicar actividades empresariales y trabajando en temas de finanzas buscar contactos en el extranjero. En el segundo grupo una persona buscaba trabajo como experta en relaciones públicas y recursos humanos, otra en ingeniería informática, un tercer joven deseoso de crear una empresa que desarrolle el turismo rural y un cuarto que, aunque físico, quería trabajar en neurociencia o en temas climáticos, además de saber comunicar bien su actividad profesional.
Tras estos ochos jóvenes, hubo que elegir a seis y será la Universidad la que me ponga a tres jóvenes para que sea su mentor y tener el primer encuentro presencial el próximo mes de marzo.
Algo que me hizo mucha ilusión y me elevó la moral fue lo que escribieron dos alumnos de este servidor: “Una persona cercana y amable” y “un personaje”.
