EL ÚLTIMO ARTÍCULO DE ENRIQUE DE AGUINAGA LÓPEZ, CRONISTA OFICIAL DE MADRID Y MIEMBRO DE HONOR DE RAECO.
Antes de emprender su último viaje, Enrique de Aguinaga, un gran periodista y observador de la vida cotidiana de casi todo, hizo una especie de despedida formal con un grupo de sus amigos de la “Sociedad de Pensamiento Lúdico”, de la que era Presidente de Honor.
Reproducimos ese texto, que nos ha enviado Ramón Tamames, que es el Presidente en funciones de esa Sociedad de lúdicos y pesarosos.
Los lectores podrán apreciar el sentido de la vida que tenía Enrique de Aguinaga, y cómo premonitoriamente anunciaba su marcha en la breve alocución que reproducimos, que hizo el domingo 30 de marzo.
Descanse en paz el amigo, el periodista y el pensador.
Un texto de Enrique de Aguinaga
Estoy solo. Cierro los ojos para aislarme más. En la oscuridad, mis manos se buscan queriendo asirse, pues siento que me hundo en mi pensamiento. Mi pensamiento y yo, a solas, en medio de mi confusión y de mi ignorancia; en medio de siete mil millones de seres humanos habitantes de la Tierra. De ellos, tengo trato vivo con una centena, con un millar, ¿qué más da? Sin contar los que han sido desde el principio, hayan o no hayan dejado huella monumental. Sépase, al menos, que los primeros cálculos, dificilísimos, sobre toda la población humana anterior a la actual (del orden de 100.000 millones) se atribuyen al demógrafo Carl Haub, en 1995.