POR EMILIO ESTEBAN HANZA, CRONISTA OFICIAL DE CANJÁYAR (ALMERÍA)
Nos ha abandonado un alma buena dejando una estela luminosa y fértil. Miguel Vizcaíno Márquez ha tenido la suerte, el empeño y el coraje de permanecer arraigado en la tierra, entre nosotros todo un siglo. El treinta de septiembre pasado, como gran amigo suyo, canté la efeméride de su centenario en periódicos y revistas. El 28 de mayo de 2014 ha entregado su “mochila” con un gran acervo de compromisos cumplidos.
Creo que los abogados almerienses nos sentimos orgullosos de este compañero de la Abogacía que, además del libre ejercicio ha cosechado otros triunfos en la carrera militar y en proyección política.
Nació en el pintoresco pueblo de Ohanes y el trabajo esforzado de sus labradores jalonando paratas y pedrizas en verde escalinata que asciende al cielo, forjó también su vida de niño sin recursos que le fue convirtiendo en joven y hombre recio dispuesto a las más difíciles empresas.
Por méritos en sus máximas calificaciones académicas exigibles entonces para beca, pudo obtener y cursar el bachiller y después la Carrera de Derecho en Granada. Nunca dejó de estudiar, consiguiendo en la Carrera Militar la graduación y dignidad de General Togado; y en la vertiente jurídico política fue designado Consejero Permanente de Estado. No obstante el carácter vitalicio de su cargo, avatares de la política ajena le hicieron renunciar, después de más de cuarenta años de ejercicio con alta dignidad y competencia.
Sus dictámenes y ponencias en altos y vidriosos asuntos de estado fueron alabados por sus compañeros del Consejo y por la prensa de todas las tendencias.
Lo califiqué en cuatro palabras: “bohonomía, trabajo, tolerancia e independencia”. Las cumplió y no es poco. Creo, sin pasión de amigo, que de él podrían aprender muchos políticos del momento que anteponen intereses propios o de partido al bien común, guiados por la intolerancia y con propensión a doblegarse al sol que más calienta..
Su entrega por Almería y la provincia ha alcanzado cotas de admiración y agradecimiento. Señalemos en mero muestreo, que le han dedicado Calles por sus atenciones prestadas las ciudades de Almería, Ohanes, El Egido, Canjáyar y la Alfoquía.
Almería y Ohanes le hicieron la concesión de Hijo Predilecto y Canjáyar le otorgó el título de Hijo Adoptivo y la Medalla de Oro del Municipio.
Cuando la Universidad de Almería se presentó en Madrid D. Miguel hizo entrega de valiosos libros al entonces Rector de la UAL D. Alberto Fernández, al que tuvimos el honor de estar presente, como estuve con él en Roma en la beatificación de su paisano el Obispo Diego Ventaja siendo representante de las Autoridades españolas en ausencia de nuestros Ministros.
Un trabajo constante y eficaz realizó D. Miguel en el logro del Observatorio del Calar Alto en la Provincia de Almería. Le valió que el Presidente de la República Federal Alemana le concediera la Gran Cruz de la Orden del Mérito y le homenajeó en la Embajada alemana en Madrid, en acto solemnísimo al que también tuvimos el honor de asistir con familiares y compañeros del Consejo, donde quedó patente también su alta consideración en los ámbitos madrileños.
Está el Sr. Vizcaíno Márquez, con 75 años de servicio al Estado en posesión de las siguientes GRANDES CRUCES: De la Orden de Cisneros; O. del merito Civil; O. del mérito aeronáutico; O. de Alfonso X el Sabio; O. De Isabel la Católica; y Orden de San Raimundo de Peñafort
Creo que merece que los almerienses le dediquemos un grato recuerdo y los que quieran conmigo, también una oración por su eterno descanso.