MISTERIO DIVINO. FELIZ NAVIDAD
POR APULEYO SOTO, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA (MADRID)
El Niño Jesús en la Nochebuena demandó la cena.
Dame de mamar, le dijo a María con el frío que hacía.
Y la Virgen pura a la Criatura le acercó el pezón.
Entonces José, se ignora por qué, dejó de serrar.
La sierra en el brazo, fue a darle un abrazo a su dulce Hijo.
Nunca un padre hiciera eso de manera tan delicadísima.
Y es que en entretanto también besó el santo a María Santísima.
El caso es que el buey, como era de ley, calló y se aguantó.
La mula rió, el río corrió, el cielo bajó.
Llovía, nevaba y la puerta estaba blanca, blanca, blanca.
Misterio divino. Gracias al que vino porque nos convino.
Solo en Navidad se entrañan Camino y Vida y Verdad.