POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
El 30 de septiembre de 1955 murió James Dean, a los 24 años, en un accidente de Porsche, ¡qué suerte de accidente, a efectos míticos! Había protagonizado tres buenas películas, “Al este del edén”, “Rebelde sin causa” y “Gigante”, y con éstas le bastó a la muerte para encumbrar al rebelde, no tan adolescente, para hacer de su persona un póster. ¿Qué hubiera sido de James Dean de no haberse roto el cuello en la carretera? Pienso en Denis Hopper, cinco años más joven que él, que actuó con Dean en “Rebelde sin causa” y en “Gigante”, y en más de 150 películas, director de cine, fotógrafo, comprometido políticamente con tres presidentes norteamericanos, comprometido también y casado, unas tras otra, con cinco mujeres, alcohólico y drogadicto, pero, ¡ay!, se rehabilitó y murió casi viejo de un cáncer de próstata. ¿Qué productora se atrevería a convertirlo en leyenda?
Fuente: http://www.lne.es/