POR JUAN INFANTE, CRONISTA OFICIAL DE VALDEPEÑAS DE JAÉN
Promovidas por el Consejo de Europa y con la colaboración de la Unión Europea, las “Jornadas de Patrimonio” que nacieron en 1985 y a las que se han adherido más de treinta países, se dedican este año al “Patrimonio Industrial y Técnico”. Precisamente, este año el molino harinero de Valdepeñas de Jaén, conocido como Molino Alto de Santa Ana, cumple cuatrocientos setenta y cinco años. Un molino que ha estado funcionando desde 1540 hasta 1979, año en el que se cerró por su baja rentabilidad. Su primer propietario fue Juanín LeClerque, natural de Flandes y criado del emperador Carlos V. La propiedad del molino ha pasado durante estos casi cinco siglos por distintas familias, como los Arceo, los Aguilera, los Gamboa y los Marqueses de Navasequilla, hasta llegar a los actuales, la familia Parra Delgado, que lo adquirió en 1931.
Por fortuna, y cuando todo hacía prever que la ruina de este molino estaba cerca, los hermanos José y Serafín Parra Delgado hicieron realidad el sueño de volver a poner en funcionamiento el viejo molino y, gracias a Adsur y con la ayuda de fondos europeos, el molino fue recuperado e inaugurado como museo, en 2001. La visita al Molino–Museo nos traslada al siglo XVI. En la planta baja del edificio, la única que no ha sufrido ninguna modificación desde su construcción, podemos ver dos cárcavos con sillares de acabado tosco en los que dos rodeznos (ruedas de hierro movidas por agua) ponen en funcionamiento las grandes piedras de la molienda; igualmente, veremos en movimiento la maquinaria de inicios de la revolución industrial de lavado del trigo y de la obtención de la harina. También nos causará sorpresa la visita al portal y a la bodega en los que encontraremos multitud de utensilios relacionados con la cocina y oficios tradicionales que otorgan un toque costumbrista a la estancia. Pero, sin duda alguna, lo que más nos sorprenderá será la amabilidad y la pasión con la que su propietario, Serafín Parra, nos cuenta la historia y el funcionamiento de esta joya de la Sierra Sur. Por cierto, y para quien aún no la conozca, un buen día puede ser el próximo 15 de noviembre, en el que la Cofradía Gastronómica “El Dornillo”, que tiene su sede en el molino, celebra la XII Fiesta de la Matanza.
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