POR IGNACIO MORENO NAVA, CRONISTA OFICIAL DE JIQUILPAN, MICHOACAN (MÉXICO).
Anverso.-Águila mexicana. Leyenda: ZAMORA. 1842.
Reverso.-Matrona sentada en pedestal. hacia la izquierda, con el gorro frigio de la Libertad sostenido en una varilla en la mano derecha y con la izquierda descansando sobre la cornucopia.
Leyenda: *UN*- OCTAVO*Cordoncillo labrado con figuras. Latón. 20 mm. Moneda municipal. Llamada por el vulgo «Tlaco de la mona».
Los guitones de Michoacán no se llamaron solamente «tlacos», algunos se designaron «tanteos», «arbitrios públicos» y «responsabilidades». Nombres todos, sin embargo, que tenían prácticamente el mismo significado.
Antes y después de la Independencia, conociéronse estas fichas con el nombre de «tlacos» y representaban generalmente la octava. parte de un «real», o sea, la mitad de una «cuartilla». Circularon en diversos puntos del país y se fabricaron no sólo de cobre, sino también de plomo, latón, madera, cuero, vidrio y hasta jabón.
Las necesidades públicas obligaban a ciertas poblaciones como Jiquilpan, Sahuayo y Huarachita, a formar pequeñas ligas monetarias y la circulación de su moneda no pasaba de su Municipio, a menos de que fuera sellada por otras comarcas con sus sendos signos convencionales.
Fuente: Romero de Terreros, M. (1940). Las monedas de necesidad del Estado de Michoacán. Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas (pp. 17-39).