POR PEPE MONTESERIN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)

La cosecha de cine de esta temporada, la que llegó a Oviedo y Siero, fue regular, y acaso “La forma del agua” es de lo menos regular, con Guillermo del Toro retorciendo “El asno de oro”, de Apuleyo, y sus sucedáneos “La bella y la bestia”, “King-Kong”…

Un comic, caricatura, cuento de hadas sin humor, con buen tono, que se deja ver. Elisa (Sally Hawkins), muda y algo pez, se enamora de un anfibio antropomorfo, mudo y algo hombre.

La sintonía del arte con el artista es algo así, un cortejo de monstruos; el artista tiende a salirse de la norma, de lo normal, busca la belleza y queda seducido por lo temible, lo nunca visto.

Y aprovecho, ya que hablo de cine, para rendir homenaje a un cinético, Alejandro Mieres, monstruo que se va pero nos deja a su amada, no la rapta, como otros; acá queda su obra, sus óleos peinados, rítmicos, monocromáticos, voluminosos y vibrantes.

Fuente: Facebook