POR JOSÉ JESÚS SÁNCHEZ MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE MORATALLA (MURCIA)
Tomada Cartagena por Escipión (209 a. J.C.) tras la derrota de Aníbal, los romanos van ocupando poco a poco la península Ibérica, a la que ellos llamarían Hispania. La romanización de la zona costera fue más rápida que la del interior. La administración romana dividió Hispania en tres provincias: Tarraconensis, Baetica y Lusitania.
Aunque los estudios acerca de la romanización de la comarca moratallera son escasos, dado que se dedican a otras zonas del Noroeste, conviene saber que el territorio de Moratalla también se romanizó, como lo demuestran los numerosos testimonios encontrados, prácticamente, en casi todo el término municipal, tanto en la zona de la huerta como en la del campo o en Las Cañadas pero, quizás la escasa investigación a fondo y su exigua difusión, han motivado el precario conocimiento que se tiene al respecto. Las llamadas villas rústicas, por ejemplo, salpican estas tierras y así, encontramos Ulea, Los Granadicos, Andrevía, Víllora, etc. Y Como resto monumental, en la zona de la huerta de Moratalla, todavía se sigue utilizando el Puente de Hellín, sobre el río Alhárabe, que comunica a nuestra población con la referida de Albacete; Hacia la mitad del s. XVI (1548) dado el lamentable estado en que se encontraba y el incremento comercial con la vecina localidad manchega, el Ayuntamiento decide su restauración, respetando la estructura romana original. También se han encontrado lucernas de aceite, vasijas, restos cerámicos y monedas de diversas épocas.
Así mismo, los romanos explotaron las salinas de El Zacatín y las minas de azufre de Salmerón.
La provincia Tarraconense fue una de las más grandes del Imperio romano hasta finales del siglo III, dado que Diocleciano separó de ella la Cartaginensis y la Gallaecia. En su momento de mayor extensión, ocupaba las dos terceras partes de la península ibérica; abarcaba desde los Pirineos hasta la frontera con la Bética -comarcas de Linares y Guadix- territorio que venía a tener una extensión aproximada de 380.000 km²
La Tarraconense fue una provincia imperial al igual que la Lusitania. La Bética, sería senatorial según acuerdo de Augusto con el Senado; el rango de la Tarraconense, consular, mientras que el de la Lusitania y la Bética, fue pretorio.
Según señala Miguel Cortés y López (Académico de la Real de la Historia, Socio de las Económicas de Valencia y Teruel, Arcediano mayor del Salvador de la Metropolitana de Zaragoza, y Chantre electo de la de Valencia) en su “Diccionario Geográfico-Histórico de la España Antigua, Tarraconense, Bética y Lusitania, con la correspondencia de sus regiones, ciudades, montes, ríos, caminos, puertos e islas a las conocidas en nuestros días”, tomo 3º ; impreso en Madrid en 1836 y dedicado a S.M. la Reina Gobernadora, Moratalla podría ser la capital de la Mavitania, citando a Plinio.
Es en la página 173 donde Cortés y López señala lo expuesto: que–según Plinio- Moratalla sería la capital de la Mavitania. He aquí el texto:
“MAVITANIA Solo es Plinio el que nos presenta esta region en la España tarraconense. Hecha la descripcion de la Bética por la costa, libro 3. Cap. 3, despues de Baria hoy Varea, que estaba adscrita á la Bética, sigue su marcha descriptiva diciendo: Regio Mavitania: mox Deitania, dein Contestania: segun esto, la Mavitania era lo mas occidental la tarraconense tocando con la Bética. Muy bien pudo ser esta la Mastiania de que acabamos de hablar, por síncopa Matiania de Mavitania. Este nombre Mavitania viene de un nombre hebreo Maveth, que significa mortal; y esta etimología nos conduce á la moderna Mortalla ó Moratalla que era la capital de la Mavitania (…)”
Nosotros, ni quitamos ni ponemos; simplemente nos limitamos a “copiar y pegar” lo que dijo el Sr. Cortés y López en su libro mencionado.
Fuente: http://lnx.elbuitrago.com/