POR JOSÉ JESÚS SÁNCHEZ MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE MORATALLA (MURCIA)
Moratalla es un pueblo por el que no se pasa: “hay que ir”. Tal vez por eso, quedó marginado al trazarse nuevos medios de comunicación, pese a que ahora, la autovía del Noroeste-Río Mula, nos haya aproximado a otros municipios.
Antes, caminos y veredas surcaban nuestro amplio término territorial comunicando las zonas de Levante con La Mancha y Andalucía; en aquél entonces Moratalla era lugar de “parada y fonda”, pero eso ya pasó como los cúmulos y nimbos movidos por el viento. Al modernizarse los medios de transporte, se abandonan antiguas y tradicionales costumbres y se diseñan nuevas carreteras cuyo trazado busca terrenos llanos, relegando así al olvido los viejos y polvorientos caminos y senderos de la sierra por lo que esas vías, tan utilizadas antes por ganaderos y otros mercaderes quedan, prácticamente, abandonadas, desmantelas y desdatendidas, salvo por el vecindario de su entorno que aún las siguen utilizando.
Y respecto al ferrocarril, cuando se hace la línea Cartagena-Madrid (1862) se ignora a nuestra localidad al no realizarse el ramal proyectado de Calasparra a Caravaca por Moratalla; trayecto en el que, según habían aprobado las Cortes, habría seis estaciones: Calasparra-Empalme; Calasparra pueblo; Moratalla; Minas de Zapata; Cehegín y Caravaca, proyecto cuya gestión venía realizando desde los primeros años del recién estrenado siglo XX, el prestigioso abogado don Rafael Adell y González, entusiasta luchador por la construcción de este ramal ferroviario que en marzo de 1912 pronunció una conferencia en el Casino de Caravaca sobre este tema, exhibiendo planos de la referida línea y dando cuenta de sus gestiones. Y por otra parte, el posterior proyecto de tren de vía estrecha Murcia-Caravaca, también dejó a Moratalla totalmente al margen. Fue el único pueblo de la Comarca del Noroeste que se quedó sin este medio de transporte.
El Diario “Línea”, en su edición del 6 de septiembre de 1949, da cuenta del pleno celebrado por la Diputación que presidía el señor Virgili Quintanilla. En un párrafo que el rotativo titula “El ferrocarril de Moratalla”, se indica textualmente que <“en ruegos y preguntas, el señor Espinosa Rueda preguntó sobre la situación del ferrocarril de Moratalla a Caravaca. Y contestó la Presidencia de forma muy amplia y detallada y con gran acopio de datos. Habló de las nuevas gestiones realizadas en Madrid, dada la importancia que cuenta para Moratalla, no solo por su situación geográfica, sino que también económica. Estimó de muy necesario dicho ferrocarril en dicha localidad. Expuso que el ferrocarril de Caravaca tenderá a la unión con el de Jaén y habrá que hacer un ramal para que partiendo de Caravaca vaya a Moratalla. Sobre estas consideraciones que hizo, la Presidencia, se unió en el deseo de tal logro el señor Guerrero, en el sentido de que dado el interés que viene mostrando la Presidencia se insista en el citado proyecto del ramal, y volvió a contestar el señor Virgili, exponiendo que insistiría una vez más a la Dirección General de Ferrocarriles, y en la forma que había realizado anteriormente y tenía expuesto a la Corporación”.
Pero sabemos que tal proyecto nunca se llegó a realizar. El tren nunca llegó a Moratalla y la línea Caravaca-Murcia, hace años que se suprimió.