POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
Con fecha uno de septiembre de 1934, un grupo de comerciantes , remiten un escrito al Pleno: D. Esteban Ruíz Martínez, D .Juan López Rodríguez, D. Tomás Burgos Muñoz, D. Juan Magaña Moreno, D. Francisco Grueso Ramírez y D. Antonio del Sol, solicitando no se lleve a efecto la destrucción acordada del Kiosko, que en la Plaza de la República tiene instalado el compañero D. Miguel Segarra Román, por perjudicar con ello no sólo al industrial citado y a la cultura, sino a sus intereses por la razón que al ser demolido el referido Kiosko los anuncios que hay en él y que son de su propiedad, se harían añicos y no se podrían aprovechar de ellos, nada en absoluto. (Estos comerciantes, es posible que fuesen todos los que habían colaborado, con su anuncio en la instalación del puesto de venta de prensa y libros).
La Corporación Municipal acordó por mayoría desestimar el escrito por extemporáneo e improcedente, al haber causado estado en la vía Gubernativa, el acuerdo contra el que reclaman.
El día 3 de septiembre el interesado recibe la comunicación que ha de realizar la demolición en dos días, si en este plazo no lo hace, el Alcalde decretará que el Maestro de Obras proceda a la inmediata demolición, presentando la nota de gastos justificados y cuya cantidad será exigida al interesado, para su ingreso en las Arcas Municipales o por vía de apremio.
El día 6 de septiembre, se le notifica a D. Miguel Segarra” que en el día de hoy a las cuatro de la tarde se personará el Maestro de Obras, le requiero para que antes de esa hora retire cuantos libros, novelas y material tenga, apercibiendo, que en caso de negarse a ello será retirado por un Delegado de mi Autoridad y dos testigos que levantarán la correspondiente acta y todo ello quedará a su disposición en esta Alcaldía, para cuando tenga a bien retirarlo. El Alcalde, José Carrascosa.
Se personan el Inspector de Vigilancia y dos testigos, algunos libros retirados
“ A las cuatro de la tarde el Inspector de Vigilancia, D. Juan Carrasco acompañado de dos testigos Don Camilo Uceda Uceda y Don Bartolomé Marín Moreno, mayores de edad y vecinos, se personaron en el Kiosko, que en la Plaza de la República de esta Ciudad tiene establecido D. Miguel Segarra, que en vista de la negativa para retirar en el acto cuantas novelas, libros y material, por lo que procedí a retirar los objetos que eran los siguientes: (anotaban el número y el precio.- Selecciono, solamente algunas ) 7 novelas de aventuras, , 3 novelas de cine, 1 Caballero Audaz, 32 novelas policiacas, 18 novelas de Teatro, El Comunismo, Serie popular Molino, Novelas históricas, República Federal, Cartillas Escolares, Urbanidad, La Compañía de Jesús, Blasco Ibáñez, Quijotes, Libros Escolares Solana, Catecismo cristiano, Colección Quevedo, .Libretas, sobres…
Con lo cual se da por terminado el acto y se entregan los objetos referidos en esta Alcaldía, firmando el Inspector de Vigilancia y los dos testigos.
Así nos dejó escritos en 1988, sus recuerdos Miguel cuando fue a Jaén para publicar un pequeño libro de festejos en honor del patrón de su barrio, San Miguel, creo oportuno, seleccionar los párrafos siguientes, que nos dejan ver, su gran importancia a la amistad: “Este año nos va a editar el libro de las fiestas de mi barrio, Gutiérrez, en su imprenta del Polígono “Los Rosales” y las tres Librerías que me recuerdan tanto otras de las que tengo nostálgicos recuerdos, como compañeros y amigos, al que más a D. José, que en Gloria esté fundador de la antigua Librería MORALES, que fue Alcalde de JAÉN y me ayudó desde que yo me establecí, con un Kiosko dándome crédito y consejos. Él mismo, fue el que me echó la mano izquierda cuando tuve que pleitear contra el Ayuntamiento del “Bienio Negro”, con mayoría cerril, arremetió contra el Kiosko SEGARRA, porque en él se vendían Periódicos y Libros, no todos como “La Nación” y “El Debate”, sino otros republicanos y socialistas “que estaban envenenando al pueblo”, con cuyo argumento y contra mi voluntad y la de la inmensa mayoría del Pueblo de las tres mentiras, por la fuerza y la protección de “guardiaciviles” ordenaron la demolición de la fortaleza satánica y los torquemadistas se encargaron de echar a la pira la “ DEMOCRACIA”, “HERALDO DE MADRID”, “EL SOL”, “CRÓNICA”, “LA TRACA” y demás revistas de aquella época. También ardieron libros escolares, novelas, cuentos de Calleja, plumas, lápices y todo cuanto olía a cultura.
Un Guardia Civil y otro de Asalto, tuvieron el noble gesto de muy buenas, de llevarme a casa; iba llorando de rabia y de pena… allí me esperaba de igual forma, mi padre carpintero que construyó el Kiosko, que ya no podía trabajar, por estar entonces enfermo de corazón.
También recuerdo a los Concejales que votaron en contra del atropello, D. Gabriel Tera Arias , D. Mariano Paniagua, D. Andrés Sánchez Rodero, Galeras y otros republicanos y socialistas. De ellos solamente queda D. Andrés, con el cual mantenemos largas charlas sobre todo aquello…”
Meses más tarde, con fecha 26 de noviembre de 1934 , el Ayuntamiento da lectura a un anuncio del Tribunal Provincial , en el que se hace saber que por D. Miguel Segarra se ha interpuesto un recurso contencioso administrativo contra el acuerdo del Ayuntamiento de demolición, facultando al Regidor Síndico D. Juan de la Cruz Carrascosa para que otorgue poderes al Procurador de los Tribunales de Jaén, D. Francisco López y al Abogado D. Alfonso Monge para que representen y defiendan los derechos de este municipio.
Con fecha de 8 de diciembre de 1935, el Pleno da lectura a la sentencia dictada por el Tribunal Provincial por el que se obliga al Ayuntamiento a la reconstrucción del Kiosko por su cuenta. Acuerdan recurrir al Tribunal Supremo. Transcurre más de una década hasta que el 24 de noviembre de 1949, que se absuelve a la Administración de la demanda formulada.
El Kiosko se trasladó al Parque Municipal de San Blas, utilizándose por el jardinero para guardar los elementos de su trabajo, y posteriormente fue destruido.
Esta es la lucha de la cultura, contra el poder establecido. La prensa y la lectura que llegaba hasta la ciudad, quedó amordazada durante largo tiempo.
Miguel continuaría después en un local de la Plaza de la República, junto con su hermano Juan Antonio Segarra, la nueva aventura, Librería Segarrra, orgullo para Villanueva y de la que trataremos posteriormente.
(Archivo Municipal, José A. Yeste Revista La Moraleja, Programa de Fiestas del Barrio de San Miguel 1988. Foto Joaquín Segarra y archivo del autor.
FUENTE: CRONISTA