«RECUERDO QUE EMPEZAMOS A ENTABLAR AMISTAD CUANDO ÉL IBA A CORTEJAR A SU MUJER A CECEDA PORQUE ERA SOBRINA DE UN MÉDICO DE ALLÍ», REMEMORA LEOCADIO REDONDO ESPINA «CALO», CRONISTA DE NAVA Y AMIGO
Eugenio Fernández Ardavín, quien fuera maestro desde los años 70 en las escuelas de Piloñeta y Tresali (Nava) y luego en el colegio de la capital de este concejo, falleció ayer en Gijón a los 76 años. Ardavín residía en la ciudad tras jubilarse a los 60 años. Deja tres hijos: María Xulia, abogada que ejerce en Gijón; Eugenio y Jaime.
Natural de Cereceda (Piloña), vivía actualmente en Gijón con su esposa, María Julia Suárez, a quien conoció en Ceceda (Nava). «Recuerdo que empezamos a entablar amistad cuando él iba a cortejar a su mujer a Ceceda porque era sobrina de un médico de allí», rememora Leocadio Redondo Espina «Calo», cronista de Nava y amigo. Lo describe como «un hombre de vida muy ordenada, discreto y educado. Se hacía querer, era encantador. Se podría decir que volcó su vida a la docencia».
Y precisamente empezó como maestro en la localidad mierense de Carcarosa, para luego recalar en Nava a principios de los años 70, después de hacer la antigua «mili». Luego, estuvo tres décadas educando a diferentes generaciones de navetos, en los que dejó un grato recuerdo. Hoy se celebrará su funeral, a la una de la tarde, en la iglesia de San Bartolomé de Nava y recibirá sepultura en Cereceda, en el concejo de Piloña.
Fuente: https://www.lne.es/ – P. Fernández