POR FUNDACIÓN CONRADO BLANCO.
El presidente de la Fundación Conrado Blanco, notario jubilado y uno de bañezanos que más cariño ha tenido hacia su ciudad, Eugenio de Mata Espeso, falleció este martes en su domicilio del centro de León a los 95 años de edad. Quienes le conocieron de cerca lo definían como “un hombre recto, un caballero español, de profundas convicciones cristianas y convencido de que la honradez es el camino a seguir”. Su funeral y posterior inhumación tendrán lugar este miércoles en la capital leonesa.
Nacido en La Bañeza en 1926, confesaba que sus padres le enseñaron desde pequeño “a juntar las letras y rezar”. Desde sus primeros años pasó por diversos pueblos y ciudades según los distintos destinos de su padre, también notario en una saga familiar que históricamente ha estado muy vinculada al mundo del Derecho.
Tras estudiar el Bachillerato con los Padres Agustinos de León, cursó la carrera de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, viviendo en el Colegio Mayor Jiménez de Cisneros, donde compartió residencia traté con personas que han ocupado grandes cargos. Posteriormente, contrajo matrimonio con Teresita Gordón, una riberana del Órbigo; y se trasladó a Cuéllar, (Segovia), de cuya villa fue nombrado hijo adoptivo.
Ejerció de notario durante más de cuarenta años siempre con la dedicación propia de quien recibió de su padre el consejo de “ejercer la profesión sin mirar nunca al cajón” cuando aprobó la oposición como fedatario. Muestra de ello es su carácter bondadoso y su altruismo, con el impulso de la Fundación Benéfica Fernández Peña entre otras iniciativas.
Su amistad con Conrado Blanco y con Charo González llevó al matrimonio de mecenas bañezanos a confiar en él para la puesta en marcha de la Fundación Conrado Blanco, de la que ha sido su presidente estos últimos años y donde ha demostrado su interés por trabajar en todo aquello que beneficie a La Bañeza.