POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)

Desde que tengo uso de razón, en los mentideros y reuniones informales, se ha considerado a la mujer como persona ‘chismosa y enredadora’; como si fuese un personaje maquiavélico En una palabra: como el ser que nació para hacer daño a la sociedad que le circunda. Yo, categóricamente, no lo entiendo así; tengo una opinión bien distinta.

El tiempo pasa que vuela y la vida se nos escapa. Los padres mueren; mientras los hijos crecen. La pasión disminuye. Los trabajos no suelen ser equitativos para todas las personas. Los individuos no nos comportamos como sería de desear. Los colegas olvidan los favores recibidos. Las profesiones; que han oscilado como un verdadero tobogán, llegan a su fin. Sin embargo, las mujeres de nuestras vidas, siempre están ahí.

No importa el tiempo que haya pasado ni la distancia física que nos separe: Una amiga nunca está demasiado lejos para correr, sin demora, a tu lado si la necesitas.

Cuando se tiene que caminar por un sendero lleno de espinas, todos hemos tenido aventuras y desventuras, y tengas que valerte de ti mismo/a, las mujeres de tu vida siempre estarán cerca de ti, para alentarte y empujarte a cruzar ese camino tan tortuoso. Sí, siempre nos esperarán con los brazos abiertos al final del camino.

Algunas, aunque no lo merezcamos, romperán las normas establecidas por la sociedad y caminarán a nuestro lado; ayudándonos a que la carga sea más liviana.

Todos hemos tenido muchas mujeres en nuestra vida, algunas aun viven: nuestras abuelas, madre, hermanas, esposa, hijas, nietas, novias, amigas, primas, tías, sobrinas y compañeras de trabajo. La mayoría de ellas son una autentica bendición con la que la naturaleza nos ha premiado.

Considero que el mundo no sería igual sin las mujeres. A la vez pienso qué, al nacer, la mujer se ve obligada a cruzar un inmenso desierto si quiere llegar a un oasis confortable. La vida es una verdadera aventura llena de contrastes, con acontecimientos desagradables que nos acechan tras la esquina.

Pienso, sin temor a equivocarme, que las mujeres siempre se han necesitado y, se siguen necesitando. Por eso, tanto hombres como mujeres, debemos hacer un alto en el camino y no juzgar a la ligera a las otras mujeres. Si pensamos con sensatez, valoraremos lo que significan en nuestra vida; aunque algunas veces no se encuentren físicamente a nuestro lado.

Todas ellas, y las que están con nosotros, a pesar de sus defectos, son insustituibles en nuestras vidas. Día de la no Violencia contra las mujeres. 25 de noviembre de 2016.