POR MARÍA DEL CARMEN CALDERÓN BERROCAL, CRONISTA OFICIAL DE CABEZA LA VACA (BADAJOZ).
En aquellos días de antaño, cuando los ordenadores apenas comenzaban a insinuar su lugar en el mundo y la modernidad era más sueño que realidad, una mujer de hábitos y vocación, Mary Kenneth Keller, supo alzar la mirada hacia un futuro lleno de posibilidades. Monja, matemática, y finalmente doctora en informática, su nombre resuena hoy como uno de los pilares en la historia de la tecnología.
Corría el año de 1958, un tiempo en que las universidades de prestigio como Dartmouth todavía respiraban el aire rancio de la exclusividad masculina. Sin embargo, aquel año sería histórico porque por primera vez, los muros de esta institución cedieron para permitir la entrada de una mujer en su Centro de Computación.
No fue cualquier mujer, claro está, fue Mary Kenneth Keller, nacida en Cleveland, Ohio, entre las plegarias de una familia católica de raíces irlandesas.
Desde joven, Keller mostró inclinación insaciable por el conocimiento. Ordenada monja en 1940, en la congregación Sisters of Charity of the Blessed Virgin Mary, BVM, su hábito no fue impedimento para recorrer las sendas académicas. En la Universidad DePaul en Chicago, se forjó como matemática, obteniendo títulos que mezclaban ciencia y física con precisión monástica. Su curiosidad, sin embargo, la empujó más allá, hasta el mundo emergente de la computacióny fue aquí conde junto a mentes brillantes como John George Kemeny y Thomas Eugene Kurtz, Keller participó en la creación de un lenguaje informático que marcaría un antes y un después en la programación: el BASIC. Con él, los ordenadores dejaron de ser un enigma reservado para la élite técnica y se convirtieron en herramientas accesibles para cualquier mente ávida de aprender.
Pero Mary Kenneth Keller no se detuvo allí. En 1965, su empeño la llevó a ser la primera mujer en Estados Unidos en obtener un doctorado en informática, con una tesis que desentrañaba la complejidad de los patrones generados por computadora, tenía entonces cincuenta y un años.
Keller era una visionaria en el sentido más amplio de la palabra, veía en las máquinas no solo potencial técnico, sino una revolución educativa.
A menudo controvertida por sus ideas, Keller abogó incansablemente por incorporar los ordenadores en las aulas. Argumentaba que la explosión de información que se avecinaba sería inútil sin accesibilidad universal y en 1967, cofundó la Association Supporting Computer Users in Education (ASCUE), una plataforma que abrazaba la tecnología como aliada del aprendizaje.
Su fe en la educación y en las mujeres la llevó a fundar el Departamento de Informática del Clarke College, hoy Clarke University, fomentando así la inclusión de las mujeres en un campo aún dominado por hombres. Dirigió el departamento durante veinte años.
Implementó un programa de aplicaciones informáticas en educación mediante un máster. Predijo el tremendo desarrollo que en adelante tendría la inteligencia artificial. Dijo:
“Por primera vez, podemos simular el proceso cognitivo de manera mecánica. Podemos hacer estudios sobre inteligencia artificial. Más allá de esto, este mecanismo (el ordenador) puede servir para ayudar a los humanos a aprender. Con el paso del tiempo vamos a tener más estudiantes y más maduros, por lo que es probable que este tipo de docencia gane importancia”.
Mary Kenneth Keller no solo construyó puentes hacia el futuro, los trazó con firmeza, dejando una huella imborrable en el ámbito STEM. Ella no es solo un nombre en los libros de historia, sino un faro que sigue iluminando a generaciones de mujeres que buscan romper moldes en la tecnología y más allá. Su legado, como el BASIC que ayudó a crear, es tan universal como las aspiraciones humanas: acercar lo lejano, simplificar lo complejo, y abrir puertas donde antes había muros.
Además de su tesis doctoral, Inductive inference on computer generated patterns. Madison, Wisconsin: The University of Wisconsin, de 1965, nos dejó algunas obras de divulgación informática como Electrical circuits and Applications of matrix methods: analysis of linear circuits, 1978; Computer graphics and applications of matrix methods: three dimensional computer graphics and projections, 1983; Food service management and Applications of matrix methods: food service and dietary requirements; y Markov chains and applications of matrix methods: fixed point and absorbing Markov chains, en el mismo año de 1983.