POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
En abril de 2007, en un crucero por el Egeo, vi hundirse un barco y a buena parte del pasaje recogió el “Aegean Two”, donde yo navegaba. Las dos embarcaciones habíamos zarpado de Creta y nos acercábamos a mediodía a Santorini, donde el “Sea Diamond” rozó una restinga y vagó escorado hasta el anochecer, lo que tardaron las autoridades en decidir hundirlo; pudieron arrimarlo a una playa, como un rorcual, para salvar muebles, enseres y el equipaje de dos mil personas, pero optaron por hacerlo desaparecer y evitar así el oprobio ante el turismo del mundo. A lo que voy: pondero la meritoria labor de la plataforma SOS Viejo HUCA, que va ganando terreno, pero yo sería más drástico y lucharía para demoler el inmueble del viejo hospital y hacerlo desaparecer en terraplenes para carreteras. Hemos de hundirlo e ir quitando rastros de la ignominia cometida en este barrio.
Fuente: https://www.lne.es/