POR PABLO GALINDO ALBALADEJO, CRONISTA OFICIAL DE LOS ALCÁZARES (MURCIA)
Las previsiones meteorológicas para mediados de diciembre anunciaban lluvias en el sureste español; en torno al fin de semana del 17 y 18 se podría desarrollar alguna tormenta. Para los que habitamos en la zona “una fuerte tormenta” viene a ser “lluvia intensa durante una o dos horas”, “cincuenta – sesenta litros recogidos por metro cuadrado…”. En esta ocasión las previsiones quedaron cortas. Nadie imaginaba lo que estaba por acontecer cuando se estaba disfrutando unos días más primaverales que otoñales, hasta el 16 que amaneció frío y húmedo. El sábado 17 amaneció lloviendo, de forma suave e intermitente, la gente realizaba sus actividades y desplazamientos casi con normalidad, con precaución. Mientras tanto Protección Civil, Bomberos, Policía Local, Guardia Civil…, reciben mensajes de alerta ante riesgo de tormenta, ya concretando para el domingo.
El domingo 18 arrecia la lluvia, intensa y continua por la comarca del Campo de Cartagena y Mar Menor. Las intensas precipitaciones van a propiciar corrientes de aguas sobre el terreno, recogidas por cañadas, ramblizos y escorrentías desde El Paretón de Totana y estribaciones de Sierra del Algarrobo, toda la vertiente sur de las sierras de Carrascoy, el Puerto, los Villares, Columbares y Escalona más toda planicie inclinada hacia la costa, que paulatinamente va acumulando caudales hacia el Mar Menor.
La “rambla de Fuente Álamo” -así denominada al principio de su recorrido- o “del Albujón” -es la histórica línea divisoria entre los Concejos de Murcia y Cartagena- llega al mar por la zona sur de Los Alcázares y por ella ya discurre una corriente mediana de agua la tarde del sábado 17.
Las aguas de la zona de Baños y Mendigo, Gea y Truyol, La Tercia, Lo Navarro…, a través de “rambla de La Murta”, “cañada de Torremolina” y “cañada del Pino” acumulan caudales entre Balsicas y Roldán, que propician “la salida de la rambla de la Maraña”; rambla temida porque no tiene un lecho claramente respetado, estando en su totalidad sin canalizar, y su caudal se esparce en varias corrientes, anegando bancales hasta llegar a Los Alcázares por varios lugares.
Desde los campos de Avileses y San Cayetano y desde las laderas NE y S del Cabezo Gordo bajan caudales conformando las “ramblas de La Almazara y Lo Tropel”, que sobre terrenos cultivados llegan a Los Alcázares y aparecen en el casco urbano en el espacio conocido por “La Rambla de la Pescadería” (hoy denominado “Parque de las Peñas Huertanas”, con auditorio construido sobre el cauce).
Desde las laderas de sierra Escalona y campos de Sucina se acumulan caudales en la “cañada de Borrambla” conformando la llamada “rambla de Cobatillas” hacia las inmediaciones de Mirador y San Javier, bifurcándose posteriormente en varias corrientes hacia la zona de Santiago de la Ribera y aeropuerto. También desde la sierra de Escalona descienden corrientes y cañadas hacia San Pedro del Pinatar y Pilar de la Horadada.
Va a resultar fatídico el día 18 para Los Alcázares por la concentración violenta de las aguas de “La Maraña” y “La Almazara”. Mientras el curso final y la desembocadura de “Albujón” resisten todo el caudal y no se desborda ante la crecida. No así con “La Maraña”, que la fuerza del caudal rompe un muro del canal de contención ocasionando durante la madrugada gran inundación de la zona polideportiva, centros de enseñanza, calles, plazas, viviendas, garajes, sótanos, bares, restaurantes, comercios, pequeños negocios, farmacias, iglesias… y la playa. Más de un metro de altura en muchos lugares alcanza la fuerte corriente, que arrastra vehículos, mobiliario urbano, elementos de terrazas… Amanece el 19 con todo inundando. Bomberos, Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil en máxima alerta rescatando personas de viviendas inundadas. Llega la Unidad Militar de Emergencias a las 6 de la mañana con potentes equipos de salvamento; se rescatan más de dos centenares de personas que son trasladadas a las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento de Los Narejos y Centro de Seguridad de Los Alcázares. Se movilizan los servicios de Emergencias de la Región porque San Javier, Santiago de la Ribera y San Pedro del Pinatar también sufren los devastadores efectos de las ramblas desbordadas. Días de angustia y miedo para muchas personas. Se han recogido 268 litros por metro cuadrado en menos de 40 horas de precipitaciones. Un hombre fallece ahogado arrastrado por la corriente. Asombro, estupor… “nunca ha llovido tanto en tan corto espacio de tiempo”, “Nunca se ha producido tanto desastre”.
Acuden a Los Alcázares el Presidente de la Comunidad de Murcia, varios Consejeros, el Ministro de Interior…, reuniones de coordinación y estimación de daños, damnificados…, propuesta para declaración de “zona catastrófica”.
Martes 20, ha dejado de llover pero continua bajando fuerte corriente de agua por las calles, todo está inundado…, llegan más personas y medios de la UME para socorrer a las personas aisladas y achicar agua. Asombro ante la magnitud de la tragedia. Se reclaman “voluntarios” para colaborar en los servicios de atención a las personas necesitadas y limpieza de casas.
El día 21 empieza la lucha contra el barro y el lodo…, equipos de la UME y de los Bomberos de diversos lugares de la Región achican agua en grandes sótanos y cocheras, comienzan a limpiar casas y locales comerciales, comprobando cuanto se ha perdido y estropeado: mobiliario, recuerdos, vehículos, ropas, alimentos, electrodomésticos… Se solicita ayuda, llegan donaciones de alimentos no perecederos, productos y útiles de limpieza doméstica, agua potable embotellada…, se vuelcan particulares, grandes superficies, empresas…
El día del sorteo de la lotería encuentra a los equipos trabajando sin cesar, llegan equipos de limpieza de varios municipios con personal y maquinaria para limpiar barro y lodo. Continúan llegando voluntarios y grupos juveniles… El Obispo de la Diócesis visita con el Párroco la zona más castigada, se encuentra con el Alcalde y el Delegado del Gobierno y los mandos de la UME que revisan la zona. Varios Diputados de la Asamblea Regional visitan el pueblo y la playa.
Llegan más equipos municipales de limpieza con maquinaria y personal. Más de veinte municipios de la región están colaborando.
La situación de gravedad y emergencia ha pasado el día 23, la UME repliega material y efectivos a su base en Valencia. El resto de equipos municipales de limpieza, Protección Civil y Bomberos continúan retirando barro y funcionando las bombas de achique, arrojando agua a las calles (no se puede verter al alcantarillado por riesgo de colapso). Sigue la generosa colaboración de los voluntarios y la donación de diversos productos. Lentamente, entre barros y lodo, la población está limpiando y sobreponiéndose. Es impresionante la colaboración y la ayuda que se prestan los vecinos. unos a otros y la gran tarea de coordinación de las Concejalías de Protección Civil, Deportes, Juventud, Servicios Sociales, Limpieza, Playas, Vía Pública…, en las tareas de organización del voluntariado, atención a los afectados, reparto de agua y alimentos… Se ha puesto en marcha la oficina de atención a los afectados y un gabinete para ayuda psicológica.
Mas Diputados Regionales visitan instalaciones y el estado de la playa…
El Consejo de Ministros declara “zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil”.
Para el día de Nochebuena, los jóvenes han organizado a través de las redes sociales “Quedada en Los Alcázares, a las 9,30 de la mañana, para ayudar”. Equipos limpiando paseos, polideportivo, zonas deportivas, pabellones, calles… una multitud organizada. Verdadero ejemplo de solidaridad y colaboración, trabajando hasta la hora de la comida.
Paras la noche, un centro comercial ha preparado raciones de cena caliente -especial de Nochebuena- para las familias damnificadas, que son repartidas por los equipos de Protección Civil.
Después del día de Navidad continúan las tareas de achique de sótanos, asesoramiento a los afectados, gabinete de atención psicológica, limpieza de lodo y barro, retirada de enseres…, las grúas sacando vehículos anegados de cocheras y sótanos, lentamente se normaliza el suministro de agua potable en la comarca…
Ante necesidades específicas se demanda la aportación de productos concretos. La solidaridad se desborda. A las pocas horas hay que desactivar el protocolo de recogida y donaciones de alimentos y otros productos, por la gran aportación recibida.
Desaparecen lentamente lodos y barros, y a la par van apareciendo las heridas de la inundación: aceras levantadas, losas arrancadas, zonas de la playa sin arena, árboles arrancados, mobiliario urbano desaparecido, elementos de jardinería destrozado…, hay que levantarse y comenzar a superar este zarpazo material y emocional.
En la zona agrícola continúan parte de los campos embarrados, los sistemas de riego localizado arrastrados y muchos elementos desaparecidos, cosechas de lechugas, alcachofas, brócoli…, perdidas, plantaciones arrasadas…, con esfuerzo, lentamente se reinicia la actividad.
Han de pasar semanas para que la calma y el sosiego retornen a la vida diaria de la comarca del Mar Menor.
No olvidaremos los últimos días del otoño de 2016 y el inicio del invierno.
Recordaremos cómo se despertó la solidaridad y la unidad de todo un pueblo ante la adversidad.
Las redes sociales han difundido un nuevo lema que nos identifica:
“TODOS SOMOS LOS ALCÁZARES”
29 de diciembre de 2016