POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Queridos amigos, las noticias se acumulan en estos mediados de enero y uno ya no sabe por dónde empezar.
Así que por el aquel de la costumbre, hablemos del tiempo; del tiempo meteorológico, claro está.
Dicen los que siempre se equivocan (meteorólogos) que en las cordilleras y montañas nevará con ganas y que conviene atender a los avisos de la DGT para proveerse de «material de supervivencia», evitar atascos en las carreteras y aguantar lo que nos echen. En esos «kits» recomendados echo en falta la presencia de preservativos, no vaya a ser que en un atasco prolongado y con una sola manta de viaje para una pareja…pasen cosas y sin pretenderlo «aparezca un pequeño viajero de más».
Esto, antaño, no sucedía.
Cuando en los pueblos de la montaña asturiana los mozos, en la invernía, iban a cortejar a casa de las mozas y les sorprendía una nevada, el remedio era muy sencillo. El galán se quedaba a dormir en casa de la novia, ambos en una cama, pero con una exigencia: ella, debajo de la sábana (tapada con sábana, mantas y colcha) y él, sobre la sábana, cubierto con las mantas y la colcha.
Es decir, la sábana cumplía la misión de «barrera ante el ataque», limitándose este al reconocimiento del terreno pero sin zafarrancho de combate ni explotación del éxito obtenido.
Pasemos a otro asunto de actualidad.
Hoy, tercer lunes de enero es el BLUE MONDAY, invención en 2005 de una agencia de viajes como respuesta a una supuesta investigación de un profesor de la Universidad de Cardiff.
Según este buen señor, el tercer lunes de enero es el día más deprimente del año (para los que no padecemos SEM, o Speech English Malady -enfermedad de hablar en inglés-, BLUE significa triste y MONDAY, lunes), pues confluyen en él fríos, baja presión atmosférica, cansancio de fiestas navideñas, incumplimiento de propósitos y… anuncios de facturas.
Pues, como dicen ahora, «¡va a ser que sí!».
Para «atacar» fríos y nieves, combatir virus mutantes de la gripe y de catarros, y estimular el optimismo en este lunes deprimente, vamos a preparar un guiso de arbeyinos (guisantes) con patatines y «algo con ello».
En una cazuela con agua, al fuego, ponemos a cocer unos guisantes (los hay congelados muy buenos) con unas patatas escachadas en pequeño.
A media cocción añadimos un sofrito de cebolla, ajo, medio pimiento rojo, choricín (o jamón) picado y pimentón.
Prosigue la cocción y finalmente rectificamos de sal.
Ya en su punto, reposa al lado del fuego. Se sirve bien caliente complementando, si gusta, con trozos de huevo duro.
¡Ah! Y si quieren «más calorín», pónganle una guindillina al guiso. La capsaicina del picantín ayuda a ello.
Y alegres, ¡demonios!; siempre alegres para hacer felices a los demás.