POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
No sé si es fruto de un medio ambiente que piensa en la necesidad de ciertas reformas de base o es fruto inesperado de ciertas reacciones con el ambiente creado con este clima electoral que está saltando todas las cuerdas hasta el punto de llegar a escuchar frases tan decisivas como «vamos a ver cómo salimos de esta transición».
Escuchar esta frase cuando estamos sufriendo después de más de treinta años los errores y las chapucerías cometidas en la primera, es para echarse a temblar. A lo largo de estas tres décadas los dos grandes partidos no han sido capaces de iniciar ese proyecto de renovación, ajuste y eliminación de carga innecesaria, que sin duda en aquellos momentos era necesario poner en orden y corregir, pero hoy y a estas alturas, sobre esos dos grandes partidos pesa la responsabilidad de su pasividad. Mejor dicho, su incompetencia manifestada en varios periodos lo que demuestra todo lo que se puede decir sin faltar ni un ápice a la verdad.
Como consecuencia está saliendo a la luz pública esa necesidad de cambio que ponga orden en este descabezado proceso de orden y se ha comenzado a hablar de una transición. Ello supone siempre ese riesgo de lo desconocido, cuando está muy claro y definido lo que sobra.
Nuestros vecinos del norte de veintidós departamentos los han reducido a trece, bonita lección. Sin comentarios. Y esos departamentos tenían vida y consiguiente historia de más de tres décadas.
Mientras tanto, valores y bases fundamentales como son la libertad y la convivencia se tambalean, teniendo en cuenta que sin libertad no hay progreso y la convivencia exige una tolerancia absoluta. De lo contrario llegaremos a un colapso total.
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/