POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Señoras y señores, ustedes los que no son madrileños, ¿Saben de la existencia de un municipio cercano a Torrelaguna, en la Comunidad de Madrid, que se llama PATONES; que abarca dos núcleos de población (PATONES DE ARRIBA Y PATONES DE ABAJO), y que su historia, plagada de anécdotas, certifica que fue un «reino» dentro de la unidad monárquica española regido hereditariamente por el llamado «Rey de Patones», cuyo reinado se extendió desde la dominación árabe hasta 1750?
Les cuento brevemente la historia. Cuando los árabes, en los inicios del siglo VIII invadieron nuestra península, un grupo de españoles godos (residentes en la sierra nordeste madrileña) se retiraron a los montañas donde en sus cuevas encontraron refugio y morada, y en sus praderíos y bosques alimentos para ellos y sus ganados (cabras).
Los árabes los «ignoraron» y esas buenas gentes buscaron en la persona más responsable, entre los suyos, un «alguien» que rigiera sus destinos, que sembrara justicia y paz, etc., etc. Una buena persona a la que denominaron REY.
Y esa comunidad, año tras año, fue creando pueblo (con sus casas típicas de pizarra negra) y ofreciendo refugio ante la posibilidad de nuevas guerras e invasiones como sucedió con la francesada napoleónica de 1808-1812.
En la actualidad hay alcalde (el primero de este título corresponde al año 1750), pero el REY DE PATONES sigue vivo en la tradición de esa comarca.
¿Y por qué les hablo hoy de PATONES?
Pues porque este municipio, desde la última quincena de noviembre hasta la segunda de diciembre, celebra EL MES DE LOS CALLOS, plato que junto con las migas con huevos fritos son el estandarte de la localidad.
Más aún, Patones con su «arquitectura negra» y con sus guisos de callos, fue declarado en 1999 BIEN DE INTERÉS CULTURAL.
Autoridades y vecinos de Noreña. Señores Caballeros de la Orden del Sabadiego.
Tomen ejemplo de los 640 vecinos de Patones y declaren ya al SABADIEGO y a los CALLOS como BIEN DE INTERÉS MUNICIPAL.
Después, poco a poco, se pensará en un PATRIMONIO MUNDIAL.