POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Agradezco al padre Antonio Arévalo Sánchez, secretario de la provincia de la Inmaculada Concepción, de la Orden de Frailes Menores (OFM, Franciscanos), licenciado en Historia Moderna y director de la Revista Guadalupe -revista que se edita desde 1916- la publicación en su número 869 (mayo-junio) de mi artículo “Noticias del Real Monasterio de Guadalupe en el Correo de la Mañana, Badajoz (1914-1926) II Parte”, al que se dedican seis páginas.
El fondo documental que presenta Correo de la Mañana asciende a 3.817 números, desde el 26/II/1914 hasta el 30/VI/1926. Tras la lectura de todos los ejemplares he seleccionado las noticias relacionadas con el Monasterio de Guadalupe para la elaboración de este trabajo que he dividido en tres capítulos. El que se ha publicado ahora es el segundo de ellos. ¿Dónde está tu alma, Extremadura? Los artistas plasman el alma regional. El Sindicato Agrícola Guadalupense. Guadalupe, centro de turismo. La Virgen de Guadalupe y los prisioneros de Guerra (Marruecos). Y Extremadura vive abandonada a su propio destino, son algunos de los asuntos que se tratan, extraídos de las noticias de Correo de la Mañana.
Comienzo el trabajo transcribiendo el sentimiento extremeño que percibió Fabián Conde (seudónimo que utilizaba el escritor Enrique Segura Otaño) al afirmar: “Nos recreamos contemplando Extremadura y descubrimos Guadalupe porque escuchamos el latir del corazón”. Un mes después de aquel estado de ánimo, sentía la convivencia de lo extremeño y guadalupano: “El sol ilumina la llanura. Por fin nos deja ver a nuestro Extremadura sin cendales. Allí está la masa de la sierra de Guadalupe, en cuyo monasterio se prosternaban los conquistadores al volver de América”.
A comienzos de 1918, en un interesante artículo de opinión, el director del diario badajocense, José López Prudencio, llega a interrogarse: ¿por dónde está el alma de Extremadura? El autor reconoce que España se encontraba “en un momento de introspección, de examen, de recuento y anotación de todos los elementos de su contenido en el orden de la naturaleza, en el orden del espíritu, en el orden de la vida. En esta revisión, hay unanimidad en la protesta y anatema que ha sugerido la usurpación de predominio, que han venido disfrutando los partidos de la vieja política, y se tiende a que los miembros que constituyen el cuerpo y el alma de la nación puesto que son su contenido, recobren la efectividad que se les ha venido negando”.
Continúa López Prudencio: “El primer efecto de este fenómeno es la tendencia que con tanto vigor se manifiesta en todos los ámbitos y esferas del país hacia el reconocimiento de las autonomías, de los municipios, y hasta el de entidades que figuran contenidas y constituyendo estas otras como son los sindicatos, gremios, etc. El primer impulso al sentirse por aquí la urgencia de pensar sobre la entidad de la región, ha sido buscar su fisonomía, su alma, sus contornos, su personalidad, en una palabra. Y casi todos sienten perplejidad ante la rareza del caso en que se encuentra Extremadura, ¿Dónde está su alma? ¿No la tiene? ¿No la ha tenido nunca? Hay que crear el alma extremeña, ante esta desolación que ofrece hoy el ambiente de este pedazo de España en que parece haberse borrado todo rasgo de fisonomía, cuyos trazos acusen una personalidad que no pueda ser confundida con otra alguna”.
Correo de la Mañana seguía hablando de la fe en la morena de las Villuercas. De escritores, cronistas y peregrinos. Del arte, museos, música y la bodega de los jerónimos. Pero de ello escribiré en el último capítulo de las noticias que el diario badajocense difundía entre sus lectores, desde 1914 a 1926.