POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
El edificio del Concejo, en 1605, era de dos platas y soportales de granito. En 1843 se hicieron obras de remodelación, habilitándose en la planta baja el depósito carcelario, antes en la calle Cárcel, hoy Eugenio Hermoso (una placa de mármol en la fachada hace alusión a la reforma). En 1847 se instaló en el tejado una campana de bronce con la inscripción “Soi de el Pueblo. Año de 1847”, hoy exhibida en la entrada del edificio.
En 1926 se transformó su fachada que acabó con la peculiar y bella arquitectura que tenía. En 1984 el exterior del Ayuntamiento retomó algunos elementos que tuvo en el siglo XIX, colocándose los escudos del IV Conde de Montijo y el de la Villa.
Preside el Ayuntamiento el popular “Paseo”, que a lo largo de la historia ha sido nominado Plaza Mayor, de la Constitución, de la República y de España. Se ha visto adornada de acacias, álamos negros y palmeras. Ha sufrido varias transformaciones, unas más acertadas que otras. Tuvo un kiosco para la música, tribuna para conciertos; junto a los de la prensa, helados, chuchería y dulcería.
El Paseo ha sido y es donde Montijo, desde sus honduras, vive las fiestas, las celebraciones, las reivindicaciones, los acontecimientos, los sucesos y sus destinos. Y tuvo un pozo que aparece en el escudo de la villa: “Háyanse en la villa del Montijo rastros y ruinas de edificios del tiempo de los godos; de ellos es el admirable pozo de agua que tiene en la plaza”. Aquí empezó todo. Aquí, junto al pozo, comenzó nuestra Historia.