POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)

Como ya hemos visto a lo largo del tiempo, los diferentes pobladores que se asentaban en un lugar durante los primeros siglos de la Humanidad, se rodeaban de empalizadas o de murallas de piedra con las que guarecerse en caso de escaramuza con tribus o culturas de otros lugares.

En Montoro conservamos restos de este tipo de arquitectura militar por multitud de sitios, tanto desde el Llanete de los Moros para la época de la prehistoria y protohistoria, a los lienzos de época alto medieval y moderna.

En nuestro caso hemos tomado una imagen de los años setenta cedida por un vecino en la cual se desdibuja para todo aquel que lo desconozca el trazado original de la muralla visigoda – árabe que existió en la localidad en torno al itmo montoreño de su meandro.

Como vemos en el siglo XIV – XV se abre el llamado Camino Nuevo, conocido de esta forma porque era un nuevo paso hacia el río eliminando parte de la ancestral muralla.

Entre los restos vemos varios contrafuertes, aprovechados en la actualidad como parte superior de terrazas de casas; construcciones mucho más fornidas que eran torres salientes de vigía, y los pequeños círculos son restos de cal y canto de este tipo de tipología ya descrita.