POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
Hoy disponemos una fotografía de D. Diego Muñoz-Cobo en la cual, desde la orilla de la Huerta de la Isla, se aprecia la zona de la Casa Señorío, corrales de animales, curva de la Logroñesa y ladera de los baños medicinales.
Sabemos que en el siglo XIX se descubrieron tempranamente en la zona de Arenosillo unos baños medicinales que estaban algo alejados de la población, pero que para más comodidad se descubrió un venero en el entorno de las aceñas del Cascajar en la que se construyó una sola bañera o alcuba de molinaza a la que se bajaba por unas escalinatas y que algunos de nuestros mayores llegaron a conocer.
En el siglo XIX, concretamente al final de esta centuria tenemos varias noticias de este balneario. Una de ellas autorizando su uso por el Gobernador Civil de la Provincia, y en otra, prohibiendo el cobro de peaje a los mismos por los molineros de las aceñas, los cuales se encaraban con los bañantes si no le daban la cantidad que ellos acordaban, usando el truco de que ellos limpiaban la poza y los tenían siempre dispuestos.
Tras la Guerra Civil estaban ya casi en abandono y desconocemos en que momento terminaron por colmatarse de aluviones y ripios, e incluso tampoco puedo indicar el lugar exacto de su ubicación debido a que no han quedado imágenes ni planimetrías que lo indiquen con exactitud. Apelaremos a la memoria de los mayores.