POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
Son muchos los nombres que aparecen nuevos en escena, cuando en alguna población aparecen restos o indicios de la existencia de alguna construcción antigua, que ofrece a la imaginación grandes dotes para explicar rápidamente lo hallado.
Esto más bien pudo suceder con lo que en Montoro se le conoce como la Tumba del Pastor y que muy acertadamente el Ayuntamiento de Montoro decidió poner en valor en un Campo de Trabajo que se realizó en la campaña del verano de 2006.
Este yacimiento sacado a la luz es el aljibe que surte de agua a la Fuente de la Oliva y que muy probablemente se realizara en torno a 1780 – 1800, momentos en los que dicha fuente sufrió grandes reparaciones y mejoras para el bien del común vecinal.
La existencia de dicho lugar lo conocí por Patro, una centenaria mujer que vivía en la calle Ventura la cual dijo que por encima de la Fuente de la Oliva existía la llamada Fuente de la Alcubilla donde, le decían de pequeña, acudían vecinos a tomar baños medicinales.
El recinto consta de una cerca de piedra de mampostería de donde parten unos escalones. En el centro tapado para evitar suciedad y taponamientos se encuentra una entrada a la alcuba de la Fuente, la cual tiene forma octogonal.
En el lado siniestro aguas arriba se halla una cruz la cual parece que bendecía el lugar de las aguas, rematando la obra que se hizo por un médico.
Unos metros más arriba de la misma en el cauce del arroyo de las Ventanillas, se encuentra alzada un muro de piedra con indicios de haber tenido compuertas, siendo este la pantalla de la presa que en 1806 realizó un vecino de Montoro para poner en accionamiento el molino de cubo de la Fuente de la Oliva.