POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
Comenzamos el día de hoy con una fotografía realizada por Diego de Angulo en torno a 1914 donde podemos ver la fachada del Ayuntamiento de Montoro encalada con motivo de las epidemias de cólera que azotaron la localidad en el siglo XIX.
Retomamos los apuntes ya dados con anterioridad sobre las Casas del Ayuntamiento de Montoro.
En esta ocasión trataremos como en 1701 la Casa de Todos fue remodelada como consecuencia directa del hundimiento que sucedió, en 1698, de gran parte del edificio que por aquel entonces era de una sola planta.
Debido a este problema, los montoreños decidieron costear a sus expensas el monumento actual, sacando los fondos de sus propios bienes.
Es IMPORTANTE conocer que dicho edificio NUNCA perteneció a la Casa de Alba, pues fue realizado, mantenido, ampliado y rehecho con el dinero del pueblo, sin que el mismo hubiese albergado nunca al Duque de Alba. De hecho, en el Archivo Municipal quedan todas las cuentas que se tomaron para la realización del mismo.
En la fotografía vemos el Ayuntamiento totalmente encalado, cuya causa directa fue la continua y repetitiva epidemia del Cólera Morbo que asolaba la población cada vez que despuntaba un caso. Hemos de decir que la cal es un agente antibacteriológico que destruye cualquier atisbo de bacteria que hubiese en la superficie.
Del mismo modo y como anécdota diremos que las columnas del Ayuntamiento fueron realizadas en la localidad por sus picapedreros, y que existieron problemas a la hora de colocarlas, pues una de ellas se desprendió nada más que con ubicarla en su lugar estando un operario cerca del hecho en cuestión, salvándose de ser aplastado por los reflejos propios de la juventud.
Existen miles de historias más sobre este monumento, pero comenzaremos por esta historia por ejemplo.