POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
Desde que en el siglo XIII se diera la primera misa cristiana tras la toma de Montoro por las tropas de Fernando III «El Santo», Santa María fue un referente del culto a nivel local, ya que fue la única iglesia que hasta el siglo XV mantuvo la preemanencia en la localidad por encontrarse en Castillo.
Antes de la llegada de los musulmanes en el siglo VIII, este lugar tuvo la sede de la primitiva iglesia visigoda, siendo los capiteles y columnas foráneas de aquel periodo breve tras el arrianismo.
Tras el 36 la iglesia queda en abandono por el bombardeo sistemático de sus cubiertas, llegándose a temer por la integridad del edificio a mediados de los años sesenta. En este periodo el alcalde García Roa estableció contactos con la antigua directora del Museo Arqueológico de la Capital para que se protegiese el inmueble y no siguiese deteriorándose. Pero aquello se iba dilatando una y otra vez por Ana María Vicent sin que llegase una ayuda fuerte por parte de la administración.
A fines de los años setenta y los inicios de los ochenta comienzan a efectuarse las obras del templo, tras cesiones de uso, eliminación de tabiques del patio y puesta en pie de la puerta de entrada. Comienza a levantarse andamiajes y se inicia la reconstrucción de un nuevo artesonado con lamas de madera que aún existe hoy en día.
En la imagen de este periodo inicial de las obras podemos ver, aunque no de muy buena calidad por la fotografía, los andamios y colocación de las primeras lamas de madera en su parte central.