POR JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA)
El día 20 de marzo del año 2020 pasará a la historia como el día que empieza la primavera de este año, cargada con una fuerza especial y diferente. Este día los agricultores de Casinos, han desinfectado con sus tractores todo lo que había que desinfectar a causa de la pandemia que estamos atravesando.
El hecho en sí, es importante, saber que hay personas capaces de salir de casa cumpliendo las medidas sanitarias adecuadas, para dejarnos en su conjunto un pueblo limpio, es algo digno de reconocimiento y agradecimiento, por la solidaridad demostrada y la fuerza que impulsa el trabajar por el bien común desde el anonimato.
Una vez más a lo largo de la historia, nuestros agricultores han demostrado su generosidad con Casinos. Esta crónica, se podía terminar aquí, con la expresión de Séneca en sus «Cartas» cuando dice: «Nullus agenti dies longus est» que la traducción bien a ser:» Ningún día es largo para aquel que trabaja,» y más cuando el trabajo se invierte por nuestro pueblo, el pueblo donde todos vivimos. La gratitud creo que debe ser unánime.
Estos días largos, dan tiempo para mucho, si sabes organizarte el tiempo pasa veloz y puedes sacarle rendimiento. Son días en los que puedes pensar. Estas preso de muchos mensajes, de muchas «fake news» las famosas noticias falsas, otros mensajes propicios para crispar y sembrar malestar. Modestamente pienso que no es la hora, es la hora de la salud, de salvar vidas. Por eso el ejemplo de los agricultores, que se han visto por Casinos y en otros pueblos de la Comarca, me han impulsado a dejar constancia de lo ocurrido.
Me he acordado que el pasado mes de febrero, estos agricultores que hoy nos han auxiliado, salieron a la calle pidiendo pacíficamente que la agricultura y los AGRICULTORES tuvieran su merecido reconcomiendo. En este mismo Periódico se publicó la visita de Anseprim al Congreso de los Diputados en Madrid, donde nuestro vecino Casinos y sus compañeros Directivos fueron muy contundentes a la hora de expresarse diciendo: «Nosotros damos de Comer a toda Europa, porque aplicamos la Normativa Europea, que crea trabajo y productos de calidad.» En definitiva, como decía mi abuela «Todo sale de la tierra.»
He hecho memoria de aquellas familias de Casinos, que han sido agricultores desde siempre, que supieron luchar (por citar algunos momentos, hay muchos más) contra el Mildiu desde 1912 hasta 1926; que tuvieron que hacer frente a muchos años de sequias, de heladas, de pedriscos y que fuertes cual muralla, supieron sobrevivir en unas condiciones paupérrimas, logrando salir adelante.
He recordado a aquellos agricultores que en 1952 fueron capaces con mínimos recursos de fundar una Bodega Cooperativa que fue una de las empresas más potentes del siglo XX en nuestro pueblo, con la única finalidad de que nuestros agricultores pudieran defender mejor sus intereses, fruto de aquel esfuerzo hoy aún permanecen vivas las Secciones necesarias y de rabiosa actualidad en el siglo XXI, como es la venta de vinos y aceites, la Almazara ecológica, Frutos Secos, almacén de abonos y esa atención personal y cuidad a los socios.
Me acuerdo los hombres y mujeres que al final de la década de los años setenta, tuvieron que hacer realidad esa transformación agrícola de nuestros campos, pasando de ser tierras resecas y sin agua a estar en regadío, teniendo que modernizarse adaptándonos a los nuevos cultivos, las nuevas acequias y el nuevo horario para regar.
No me pasa por alto la recordada «Guerra de la Cebolla» en el año 1977, pidiendo lo mismo que ahora los precios por el suelo, las cosechas en el campo y las pérdidas considerables para el bolsillo del productor.
Nuestros vinos ocuparon páginas de prensa, para proclamar lo que era nuestro: «Para aceites y vinos la Cooperativa de Casinos.» Recuerdo aquel Suplemento Semanal de 1988, que nos hablaba de que se extendía la autoprotección rural en la Comunidad Valenciana y el titular era:«Patrullas de vecinos contra los ladrones de alcachofas.« «Hasta hace unos meses, Casinos era un pueblo valenciano que en poco se diferenciaba de los pueblos de los alrededores. De ese tiempo a esta parte, la misma localidad ha visto cambiada su rutina a causa de su deseo de auto defenderse de una serie de robos que estaban causando graves perjuicios a los habitantes.»
Es un corto resumen de una larga historia, Casinos es un pueblo de hondas raíces agrícolas, ese espíritu es el que nos ha dado un nombre y nos ha impulsado a llevar una importante evolución desde ser tierras besadas por el tiempo y sus inclemencias, hasta disfrutar del más moderno goteo.
Fuimos capaces de llenar una piscina con quinientos mil litros de vino en el año 1965, y también hemos sabido pulverizar el pueblo en el año 2020 con agua, lejía y lo que sea necesario para salvaguardar la salud de todos.
Como estas letras son un homenaje a nuestros agricultores que a lo lardo de los años, han puesto en alza a Casinos, copio las letras que hay escritas en el cuadro que situado en la entrada de la Bodega que dicen así: «Viva Rafael Muñoz, gran Cristiano de Casinos, que con su humilde constancia, enseño a hacer buenos vinos.
Sigue a Rafael Muñoz, guardando el día festivo y vendimiando las viñas, tendrás paz y buenos vinos. No se cansó Rafael, luchando en campal batalla, poniendo grados al vino, contra quienes hiel y agua.”
Varios viticultores de Casinos dedican esta humilde memoria a su convecino Rafael Muñoz Murgui, como principal autor del rico vino de dicha población y parte de sus contornos, solo por haber adivinado y enseñado, con su pacifica constancia, el tiempo oportuno de su recolección, precisa condición, vilmente atropellada por los hombres de mala fe.» (Cuadro donado por la Viuda de José Muñoz Aparicio.)
Gracias en nombre propio a TODOS, desde el primero hasta el último, por hacer que esta lucha quede en nuestra vida como un recuerdo, pudiendo superarla lo antes posible.