POR DOMINGO QUIJADA GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE NAVALMORAL DE LA MATA (CACERES)
Hemos hablado en otros apartados (como el de la “Plaza Vieja”) que en nuestra localidad se han hallado restos romanos, que se aproximan a los dos milenios de antigüedad.
Pero también hemos publicado en otras ocasiones que los primitivos asentamientos –aunque fueran muy pequeños, como es evidente– son mucho más arcaicos aún, ya que datan de la PHEHISTORIA.
Aunque parezca una ilusión o fruto de la imaginación, el hombre primitivo ya merodeó o se asentó en Navalmoral hace miles de años, a juzgar por los restos aparecidos y su explicación lógica: en un entorno natural muy rico en aquella época, sobre todo en las orillas del Tajo y Tiétar (con yacimientos de primer orden).
Al igual que en otros parajes del entorno más próximos (Peraleda o Rosalejo-San Marcos), los primeros “homo sapiens” relacionados con el “hombre de Neanderthal” ya estuvieron en lo que hoy es nuestra el término de la localidad con su cultura “Musteriense” (Paleolítico Medio, hace unos 50.000 años, milenio arriba, milenio abajo…), aunque sólo fuera “de paso” (tal vez relacionados con asentamientos de los ríos citados). Así, en la finca de La Chaparrera se descubrió una valiosa colección de hachas musterienses; y, cierto día de los años ochenta, recorriendo el arroyo Casas con los que entonces eran mis alumnos del CP Campo Arañuelo, hallé en el propio cauce del mismo y junto al Molinillo una punta de flecha de esa cultura, que muestro en este trabajo (primera, a la izquierda). Hay pocas de ese estilo en Extremadura.
Milenios después se produce la última Glaciación. Gran parte del país se hiela y el hombre se refugia en los lugares que contaban con cuevas (como la de Mina de Ibor de Castañar de Ibor o la de Maltravieso de Cáceres). Abandonando el resto.
Y aparece una especie más evolucionada que la anterior, el “homo sapiens sapiens” o de Cromañón, que durante una larga temporada coincide con la anterior. Pero, sin que se sepan los motivos, los neandertales se extinguen; mientras que de los cromañones derivan las razas actuales, desarrollando nuevas culturas.
Finaliza la etapa gélida anterior. Se retiran gradualmente los hielos y, hace unos 10.000 años, se inicia una nueva era: la interglaciar en la que nos hallamos, con etapas más húmedas y otras más áridas, con ciclos más suaves seguidos de otros más cálidos (como el actual). Surge así la agricultura y ganadería, con la cultura Neolítica.
Progresivamente, el Arañuelo y Navalmoral son poblados por seres similares ya a nosotros. Así, encontramos los primeros antecedentes prehistóricos destacados a finales del Neolítico y en la Edad del Bronce (hace unos 5.000 años), como se demuestra por los abundantes restos de esa época que hemos encontrado en la zona del «Canchigordo» (patio del actual colegio Campo Arañuelo) y del arroyo Tizonoso (“huertas de Galán”): puntas de flecha, dientes de hoz, cuchillos, raederas, raspadores, numerosas lascas y láminas, todos ellos de sílex y en ambos yacimientos; así como cerámica, «pellas» de barro con huellas de ramaje y caña y algunos molinos «naviformes», con sus correspondientes «molederas» (en el Tizonoso). La elección era lógica: una vega fértil junto a esos arroyos para cultivar, agua en abundancia que aflora en la base de los «Cerros» graníticos, amplia llanura con caza (máxime en aquella época, cálida y húmeda), proximidad de lugares defensivos (los Cerros y entorno de la «Piedra Caballera») y abundancia de sílex (pedernal, con el que quizás comerciaban).
En la imagen con fondo verde mostramos tres “herramientas” de sílex de las muchas que hemos hallado en el patio del citado colegio, donde tuvo que existir un destacado asentamiento, a juzgar por ese elevado número de piezas halladas: un trozo de cuchillo (izquierda), un diente de hoz (centro, que se incrustaba en un arco de madera) y una punta de flecha con pedúnculo y aletas incipientes (derecha, que apareció cuando sembrábamos un seto frente al antiguo Pabellón). Ese material, así como la punta musteriense y otros similares pueden contemplarse en el Museo Arqueológico ubicado en la Fundación Concha.
Hasta que hace unos 2.000 años llegan los romanos. Y con ellos nos vamos…