Llama la atención las disposiciones del Obispo Belluga, después cardenal, insistentemente remitió a todas las parroquias de su diócesis. Fueron bastantes. Ya he hablado de ellas en otra ocasión, principalmente las referidas a los trajes, ahora las de la familia. Estas nos descubren algunas de las costumbres de aquellos años.
El espacio no me permite hacer consideraciones, que alargaría en consideración el trabajo.
ANTONIO DE LOS REYES
CRONISTA OFICIAL DE MOLINA DE SEGURA (MURCIA)