POR JOSÉ RAIMUNDO NÚÑEZ-VARELA Y LENDOIRO, CRONISTA OFICIAL DE BETANZOS, MIÑO Y PADERNE (LA CORUÑA)
El mencionado don José Gaspar Bermúdez de Castro y Taboada, había nacido en Betanzos en 1724 en la casa de sus antepasados de la Rúa Traviesa nº 31 (actual 33, donde recordamos el taller de don Gonzalo González “Machito”, allí establecido en los años sesenta del pasado siglo) conocida como la casa de Misericordia (casa y solar de la que era dueño, al igual que de la de San Pantaleón das Viñas y otras) nombre con el que también eran conocidos los Señores de Montecelo, y constructor del ábside que tratamos, fallecido en 1804, dejando viuda a su segunda mujer doña María de los Dolores Pardo y Vaamonde, y huérfano a su unigénito don José María Bermúdez de Castro y Pardo, que no alcanzaba los cinco años. El 30 de julio de 1817, con dieciocho años cumplidos el día 8 anterior, en la menoría de edad, solicita al corregidor de la ciudad de Betanzos don Manuel Bernardino Pérez que le nombre por tutor o curador al escribano don Blas María Ramos, que lo era de Rentas Reales de Betanzos y su provincia (Archivo Notarial de La Coruña. Protocolo 3.475, folio 227, del escribano Pedro Antonio Paredes del número de Betanzos), posiblemente para intervenir, entre otros negocios y asuntos, sobre sus esponsales, habida cuenta que casó con doña María del Carmen Mosquera y Ribera, dueña y señora del pazo de Baldomir (Guisamo), cuarenta y un días después, hija de don Gonzalo Mosquera Arias Conde y de doña María Joaquina Ribera y Pardo-Osorio (Archivo del autor. Original manuscrito con el árbol genealógico y texto explicativo de la Casa y Mayorazgo de Guisamo).
Una vez obtenida la mayoría de edad, dado su interés por la cultura y la economía, se dispuso a organizar su hacienda con las innovaciones que consideró oportunas, involucrando a sus mayordomos en la buena marcha de las cosechas y en el gobierno de la producción (Vid. nuestro artículo Un testimonio agrario sobre San Pantaleón das Viñas en el siglo XIX, años 1851 a 1870, publicado en el programa de festejos de 1997). Ordena la rehabilitación del pazo, muy deteriorado desde la intervención de los franceses el 17, 18 y 19 de enero de 1809, con el fin de traspasar a Ponte do Porco y poder seguir hacia Ferrol para tomar la plaza, a quienes se enfrentaron las Alarmas locales con cerca de setecientos paisanos que les retuvieron durante los tres días, y quienes en el ínterin de aquellos sucesos accedieron y robaron en dicho pazo, al igual que lo efectuaron en la iglesia parroquial en la que cometieron un sinfín de profanaciones, (vid. nuestra obra La ocupación de Betanzos y su Tierra por los franceses en 1809, editada en 2013 por el ayuntamiento y Gadis, capítulo 8, página 181), encarga el blasón que preside la fachada principal, dispone la renovación y explotación de los Molinos de Bermúdez o de Misericordia, en el cauce y orillas del río Lambre que baña una parte de la susodicha feligresía, y promueve la plantación de productos novedosos en sus heredades, de árboles en sus bosques y el cuidado de sus dehesas de Las Mariñas, cuya capital es Betanzos.
Con el mismo signo renovador se dispuso a rehabilitar la Capilla Mayor de la iglesia de San Pantaleón en 1825, como lo había hecho su padre un mes antes de su nacimiento, que se hallaba en deplorable estado tras la desatada furia de los invasores, y reformas que extendió a la iglesia de Misericordia el siguiente año. En San Pantaleón das Viñas el 18 de febrero de 1825, don José María Bermúdez de Castro y Pardo se concierta con Manuel García, maestro de cantería y mampostería, vecino de San Lorenzo de Moraña, jurisdicción de Peñaflor “…para construir la obra de la Capilla mayor que le pertenece en la Yglesia de esta dicha Parroquia por estar arruinada…”, por ante el escribano Blas María Ramos, en quien había recaído el remate de las obras en la subasta efectuada a las ocho de la mañana del mismo día, por un importe de 11.157 reales de vellón, y bajo las condiciones que entre otras se expresan:
“…Primera que la persona a cuyo favor recayese habia de rebajar la motivada Capilla Mayor lo suficiente para que el Cielo raso venga pegado a la Cornisa. Segunda que las dos Ventanas que se hallan de Canteria en el Altar mayor con su Reja y bastidor a la manera que en el dia se hallan, se han de colocar en los Colaterales de la derecha y izquierda quedando sujetas a la altura de la Cornisa. Tercera, que en los dos nichos, se han de abrir dos tragaluces con sus barrones de fierro fuertes uno perpendicular y dos horizontales con sus vidrios y bastidores; el alto de estos Cuatro cuartas y de ancho dos y media. Cuarta, que ha de hacerse una puerta junto al colateral de la izquierda que haya de tener diez cuartas de alto y cinco de ancho, esta sus miembros de Canteria y cubrirla con su arquillo de lo mismo… Sexta, que se ha de reedificar el esquinal de la Superficie por la parte del Lebante hasta la altura de que quede la Iglesia… Septima, que todos los lucidos o caleados por el esterior e interior de toda la Capilla, han de tirarse o picarse para colocarle otro de nuevo… Novena, Echarle el topete, asentarlo para que quede unida al resto de la Iglesia que es de los Vecinos… Doce que toda la Canteria, piedra pizarra, Cascajo, plomo, Cristales sobrante igualmente ha de quedar a Veneficio de dho Sor… Trece, Echar o cerrar encima de la Viga del Cuerpo de la Iglesia con pared de ladrillo asentado en mezcla y Calearlo por una y otra parte por el motivo de las aguas. Y por lo que hace al Arte de carpinteria… contenia las Condiciones siguientes; Primera, Que ha de ser del cargo de esta cinco Vigas cuadradas de un pie de grueso, cinco tigeras fuertes con sus correspondientes Trabeseros al Tercio, debiendo ser enlazadas unas con las otras y engatadas en la Canteria para su mejor Seguridad. Segunda, la Armazon ha de ser de rueda… a tres aguas armada sobre las Vigas que han de ir sobre las Paredes… con sus pontones cuadrados arreglados de tres en Vara y la Tablazon que cubra a este debra ser Junta. Tercera, que el cielo raso que ha de llebar sera repartido en tres ochavas iguales machembrado y limpio por la Cara vista… Cuarta, Que debra dho cielo raso ser blanco con cola y toda perfeccion. Quinta, Que la Puerta del Colateral ha de ser doble con tres bisagras, cerradura y tranquero con toda seguridad… Octava, que todas las maderas… han de ser de Castaño seco sin Corva ni otro defecto. Novena, Que el que obtenga el remate llebara tambien a su cargo el de antes de principiar la obra, estraer el Altar Mayor de la Iglesia y ponerlo en la Granera del Pazo con todo cuidado sin causar el menor daño y echas las obras que quedan demostradas, volver a colocarlo, con el aditamento de que las piezas de que no pueda hacerse por la menor altura, ceden a favor de dho Sor. Diez, Que en el dia treinta del mes de Junio del corrte año se ha dedar Concluida y Rematada en todas sus partes. Once, Que el que la obtenga… se le ha de dar la mitad del importe en que preceda a principiarla, y la Restante mitad al Concluirse… En testimonio de lo cual asi lo dijeron y otorgan firman siento testigos Dn Jose Antonio Suarez Cura Parroco de esta dha frª, Ventura Suarez Veznos de la misma y Andres Maquieyra que lo es de la Villa del Ferrol… [Firmado] Jose Mª Bermudez de Castro, Manuel Garcia, Francisco do Pico [Rúbricas]. Ante mi. [Firmado] Blas Maria Ramos [Rúbrica].” (Ibídem. Protocolo 3.212, folio 19, del escribano Blas María Ramos, del número de Betanzos).
Con esta rehabilitación se mantuvo la iglesia hasta finales del siglo XIX, en que nuevamente la desgracia se cebó sobre este monumento. En la semana previa al entroido del año 1892, un terrible incendio quemó todo lo combustible de su estructura y contenido, y suceso que tuvo eco en la prensa regional de la época, según informaba La Voz de Galicia:
“Se dice que en días pasados se incendió la iglesia de San Pantaleón das Viñas, cerca de Betanzos. El voraz elemento no respetó nada, dejando como recuerdo de su paso las cuatro paredes”. (La Voz de Galicia. Hace 100 años. Lunes 24 de febrero de 1992).
En la actualidad este templo sufre desplome en su fachada (12’5 ctms., según los técnicos y especialistas) por lo que urge proceder a su rehabilitación, en la que debería de intervenir el departamento de Patrimonio de la Xunta de Galicia, dentro o fuera del marco diseñado por el Plan director del Camino de Santiago 2015-2021, por tratarse de un monumento románico situado en la Ruta Jacobea, como perteneciente al patrimonio artístico existente en el Camino Inglés, y que merece ser atendido con la misma rigurosidad que se presta a otras iglesias y santuarios de los distintos Caminos de Santiago (Vid. El Camino Real que pasa por San Pantaleón das Viñas – Ruta Jacobea, que hemos publicado en el programa oficial de festejos, San Pantaleón 1993). A pesar de haber sido arbitrariamente desviado del antiguo Camino Real, ruta primitiva y tradicional, la mayoría de los peregrinos que lo transitan no dejan de visitar la iglesia de San Pantaleón das Viñas, hermosísimo ejemplar del románico de Las Mariñas de Betanzos, según queda ilustrado.