FUE EL CRONISTA OFICIAL DE BETANZOS, JOSÉ RAIMUNDO NÚÑEZ-LENDOIRO EL QUE PUSO A AMIGOS DO PASATEMPO SOBRE LA EXISTENCIA DEL OFRECIMIENTO DE ISAAC DÍAZ PARDO PARA SU RECUPERACIÓN
Los palos del lúpulo cubrían casi por completo las esculturas de los hermanos García Naveira cuando Isaac Díaz Pardo visitó O Pasatempo en 1955. Los descendientes del fundador de Sargadelos han cedido a Amigos do Pasatempo un conjunto de fotografías del paseo de Isaac por el parque enciclopédico poco antes de enviar una carta al Concello en la que se ofrecía a colaborar en su recuperación. Los herederos de Díaz Pardo han donado también tres instantáneas tomadas años después, en los 70 que permiten conocer los murales de azulejos desaparecidos de la Casa dos Espellos
Isaac Díaz Pardo pudo haber jugado un papel protagonista en la recuperación del parque O Pasatempo. Y procede usar el pretérito perfecto simple, el tiempo verbal de los hechos acabados e irreversibles, porque no hubo respuesta al ofrecimiento que hizo llegar por carta este artista e intelectual galleguista en los años cincuenta.
En un nuevo número de la revista la Casa dos Espellos, la Asociación Amigos do Pasatempo ha rescatado del olvido la historia que une el parque enciclopédico creado por Juan Naveira con el fundador de Sargadelos. En O Parque do Pasatempo no arquivo persoal de Isaac Díaz Pardo, el historiador Ángel Arcay presenta una serie de fotografías inéditas cedidas a Amigos do Pasatempo por los descendientes del intelectual gallego. Se trata de una serie de instantáneas sacadas por el escultor Antonio López Rodríguez que inmortalizan la visita realizada por Isaac al parque en 1955, en los años negros, otros años negros, de la conocida como huerta de Don Juan.
Otras tres fotografías, ya en color, datadas de 1970 y que el hijo de Díaz Pardo atesoraba en su archivo personal, permiten conocer tres mosaicos de azulejos que adornaban la Casa dos Espellos, «ese espacio psicodélico decorado con espejos cóncavos y convexos que terminó sus días atrapada entre el pabellón y la piscina municipal y que se vio abocada al derribo total en los años finales del siglo XX», recuerda el autor del reportaje.
La visita de Isaac Díaz Pardo al parque de O Pasatempo se produjo casi simultáneamente a la publicación por parte de su inseparable compañero Luís Seoane de un artículo en la revista Galicia Emigrante para reivindicar el valor de este jardín histórico en lo que los hermanos García Naveira plasmaron lo vivido, y también lo soñado, en sus viajes.
Fue Seoane el que se refirió por primera vez al parque de O Pasatempo como enciclopédico y el primero en cargar contra «los entendidos» que no reconocían su valor. El artista alzaba la voz ya en los años cincuenta contra los daños perpetrados en el recinto: «Sufrió ya grandes mutilaciones con la complacencia estúpida de los encargados de su custodia y de las autoridades de la ciudad de Betanzos que nunca vieron que capricho en el ensueño creador de los hermanos García Naveira […] Motivo de risa para señoritos y apacibles y semialfabetos mercaderes que no presintieron la correspondencia estética entre estos relieves de cemento y algunas de esas estatuas con la labor de los picapedreros en muchos cruceiros de Galicia», lamentaba en su artículo.
Isaac Díaz Pardo debía compartir ese pesar por el destino de O Pasatempo y el afán por colaborar en su recuperación. Y movido por ese impulso envió una misiva al Concello para ponerse «a disposición de la institución para la salvaguarda de este particular patrimonio», desvela el artículo O Parque do Pasatempo no arquivo persoal de Isaac Díaz Pardo. Fue el cronista oficial de Betanzos, José Raimundo Núñez-Lendoiro el que puso a Amigos do Pasatempo sobre la existencia de ese ofrecimiento de Isaac que, «desgraciadamente» no llegó a buen término: «No podemos más que lamentar este error histórico», apunta el colectivo.
En las fotografías que acompañaban a la carta de Díaz Pardo pueden apreciarse el estado de total abandono del parque por aquellos años. La escultura de los hermanos García Naveira estaba prácticamente oculta por los palos del lúpulo y la maleza invadía el recinto. Las instantáneas de Antonio López permiten apreciar detalles hoy desaparecidos de O Pasatempo. La fuente de la Agricultura todavía conservaba todas sus piezas, al igual que el Friso dos Animais.
Los interesados pueden disfrutar de las 32 las fotografías en el reportaje de la Casa dos Espellos sobre esta oportunidad perdida para O Pasatempo.
Fuente: https://www.laopinioncoruna.es/ – Antares Pérez