POR ANTONIO SÁNCHEZ MOLLEDO, CRONISTA OFICIAL DE MALANQUILLA (ZARAGOZA)
El torreón conocido como «Casa de los Moros», en lamentable estado de conservación, es el único resto visible que se conserva del antiguo poblado de La Calderola, mencionado ya por el Rey Jaime I, en 1263. Los deslindes que se sucedieron entre 1313 y 1490 en el monte Entredicho ya aluden a la aldea como Torre de la Calderuela. En todos ellos la torre figura como uno de los mojones de la linde oriental del monte en la actual raya de términos de Aranda y Malanquilla.
En abril de 2006 el Departamento de Educación, Cultura y Deporte aprueba la relación de Castillos y su localización, considerados Bienes de Interés Cultural, entre los que se encuentra la Torre del Moro de Malanquilla.
La aldea con el correr de los tiempos acabaría despoblándose, quedando en pie su torre como único recuerdo de las luchas territoriales que se libraron entre reinos a través del valle del Aranda.
En sus laderas se han encontrado en superficie, materiales cerámicos celtíberos, romanos y medievales así como un dolium del siglo II d.C. o recipiente de grandes dimensiones, más de un metro de altura, encontrado por un agricultor al realizar tareas de preparación para la siembra de una finca colindante.
También aparecen numerosos fósiles del terciario lo que nos sitúa en los tiempos en que Malanquilla estaba cubierto por las aguas.
Urge la consolidación del monumento para evitar su total desaparición.