POR MARÍA VICTORIA HERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE LOS LLANOS DE ARIDANE (CANARIAS)
Sin que le podamos despedir, y acompañar a su familia y amigos, como se merece se nos ha ido ONÉSIMO CÁCERES.
El dolor no tiene consuelo en estos malditos días que nos ha tocado vivir. El dolor lo comparto con los recuerdos viéndote cantar en el video que subí el pasado domingo 17, en esta misma página. Eso no podrán arrancarlo de nuestros sentimientos, sentimientos que son compartidos por tus convecinos con todo el cariño del mundo.
Estamos en deuda eterna con Onésimo por tener siempre claro el colaborar en hacer pueblo en el deporte, cuando no había salario alguno y las zapatillas de fútbol se las compraban los mismos jugadores. También con las tradiciones musicales heredando de su padre, Juan, los ritmos del folclore en la recordada Rapsodia de Argual que llevaste, junto a tus hermanos Juan y Frido, a la fundación de Los Arrieros. Ironías de la vida te vas en el año que Los Arrieros conmemoran su 50 aniversario.
Onésimo y Hungría, inseparable pareja con la que compartí amistad, fiestas y vivencias imborrables ya están juntos en la eternidad. Ahora nos queda seguir manteniendo viva su memoria y trasladar a sus hijos, hermanos y amplia familia nuestras condolencias.
Y, por último “valiente soñador”, nos quedamos con este párrafo de Galopera, que cantabas en el video, una imagen para revivir en el más allá con “agua fresca de tu cántaro de amor”. Descansa en paz.
“Galopera, baila tu danza hechicera.
Galopera, soy valiente soñador:
dame un poco de agua fresca de tu cántaro de amor.”