EL CRONISTA DE LA CIUDAD, JOSÉ LUIS GÓMEZ BARCELÓ, REPASA JUNTO A ELOY MARTÍN CÓMO HA IDO EVOLUCIONANDO EL NÚMERO DE CATALANES EN CEUTA. EN GENERAL SE SUCEDEN TRES FRENTES DISTINTOS: EL EJÉRCITO, EL PRESIDIO Y EL COMERCIO
El cronista de la Ciudad, José Luis Gómez Barceló, escribió en 2008 un libro sobre la presencia de catalanes en la ciudad en los últimos siglos. Un documento que compartió con Eloy Martín Corrales y en el que repasan “Ocho siglos de presencia catalana en Ceuta. (siglos XIII-XX)”.
Gómez Barceló se centró en los siglos XIX y XX, periodo que queda reflejado en este artículo.
Para hallar en las páginas de la historia local huellas de la Corona catalano-aragonesa hay que remontarse al siglo XIII, años en los que se conocen actividades de comerciantes catalanes en la ciudad. En general se suceden tres frentes distintos: el comercio, el ejército y el presidio. En el plano militar, nutrida presencia de voluntarios catalanes durante la Guerra de 1859-60. Por otro lado, el Penal de Ceuta fue el destino de muchos confinados catalanes como demuestra el padrón de 1875: de un total de 2.131 presos se contaban 163 catalanes.
El número de catalanes experimenta un repunte sobre todo en los siglos XIX y XX. Tal y como narra el libro de Barceló, “la presencia de catalanes en el siglo XIX es continua y evidente, ya que tanto por la condición de Plaza Militar como por la de Penal llegarán muchos naturales a servir las armas en ocasiones y a purgar sus delitos en otras”. Algunos llegaban incluso a quedarse en la ciudad de manera definitiva.
Fuera de estas dos realidades, hay también una llegada de peso de pequeños y medianos comerciantes. Entre ellos destacan varios apellidos que llegaron a afincarse en Ceuta: Los Huguet y los Ruell.
El Archivo Central de Ceuta custodia como su primer padrón municipal completo el de 1856 con 14 catalanes, sin contar a militares y presos. Entre ellos destacan un músico, un capitán, dos tenientes y comerciantes.
Posterior al padrón de 1856 existe el de 1868, muy incompleto con solo cuatro catalanes. Luego le sigue el padrón militar de 1875 que recoge a los militares confinados (116) y desterrados (41). Un total de 171 catalanes con profesiones dispares: Jornaleros, silleros, curtidores, albañiles, carpinteros, joyeros, impresores, marchantes y comerciantes.
A finales del siglo XIX existe una presencia importante de religiosas catalanas. Pero aparte de religiosos, funcionarios y militares había familias dedicadas al comercio y a la industria. El documento de Gómez Barceló cita como ejemplos al fotógrafo Luis Arbona, a los hermanos Gonzalo y Baldomero Casas Fontanals, propietarios de una galería fotográfica o al también fotógrafo Marcelino Cía González. Entre los nombres de reconocido prestigio también aparece Narciso Gibert, doctor en Historia y Derecho, padre de Rafael Gibert, escritor y periodista (en el retrato superior).
Catalanes en la Ceuta del siglo XX
En la segunda década de la centuria existía una colonia catalana bastante amplia, “de la que sin duda debía ser responsable el movimiento militar de su guarnición”. En esos momentos destacará un personaje del que apenas queda huella en la ciudad: el Capellán castrense Agustín Coy Cotonat, parte de la Asamblea Suprema de Cruz Roja.
Repasando las fichas de empadronamiento aparecen familias enteras que se trasladan a Ceuta en busca de un futuro mejor. Es el caso de la familia Rocabert, actualmente algunos de los descendientes continúan ligados al gremio de la construcción; el contratista de obras Casimiro Massoni o los dos catalanes con mayor prestigio y riqueza: José Mas Carles y José María Borrás Borrás.
Al igual que en el siglo XIX, la presencia religiosa de catalanes es notable. “En lo que respecta a la participación social y política se encuentran a muchos catalanes en las relaciones de socios del Centro de Hijos de Ceuta como del Casino Africano y sabemos que algunos participaron en política”.
Años 50 y 60
Ya en los años 50, la Colonia Catalana de Ceuta celebrará anualmente el día de su patrona, la Virgen de Montserrat, con una misa en la Iglesia de África y una fiesta en los jardines de San Amaro.
Una década después, traerán festivales de danzas populares de folclore catalán y se reunirán a bailar sardanas en las plazas céntricas, principalmente en la de África y algunos años en la del teniente Ruiz.
Hoy en día no existe ninguna entidad que agrupe a los catalanes que viven en la ciudad, sí contamos con una representación más que significativa en Barcelona gracias a la labor que desempeña desde años la Casa de Ceuta en la ciudad condal, formada por cientos de ceutíes afincados allí con su presidente a la cabeza, Rafael Corral.
Fuente: http://www.ceutaactualidad.com/ – Laura P. Cañero