POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
¡Ay, Dios mío!
Decían los antiguos en sus refraneros que «A buena fame no hay pan duru» y que «La fame ye la meyor cura pa los que comen mal».
Esto es lo que debió suceder a aquellas gentes, primeros habitantes de nuestras costas, cuando tuvieron la valentía de «enfrentarse a un horrible centollo o a un espinoso erizo de mar (oriciu, arcín, arancín o alezna)».
Hoy, con esto de la globalización y del intercambio de culturas, se están poniendo de moda LAS ALGAS MARINAS, que en su conjunto llamamos OCLE en Asturias, como ingredientes en muchos de nuestros platos y ya existen en nuestro país empresas acuicultoras que industrializan su cultivo en zonas litorales propicias para ello.
Galicia, región pionera en este asunto, acumula ya gran experiencia en tales cultivos y en Asturias, concretamente en Cudillero, también trabajan con ilusión en ciertas especies marinas. Tengo entendido que Lastres o Caravia tienen proyectos de cultivo de algas.
Les recomiendo la consulta de estos libros:
1.- ALGAS MARINAS DE ASTURIAS.- Eva María Llera y Jesús Alvarez. Principado de Asturias. La Caixa. Oviedo 2007.
2.-EL ALGA PALMARIA EN LA GASTRONOMIA. EL ALGA DE CUDILLERO.- Ayuntamiento de Cudillero. Nobel SA. Oviedo 2003.
3.-LAS ALGAS EN GALICIA. ALIMENTACIÓN Y OTROS USOS.- Xunta de Galicia. La Coruña 1993.
Las especies más frecuentes en el mercado, ofrecidas como deshidratadas, en conserva o congeladas, son la kombú (laminaria), wakame (undaria o lechuga de mar), nori, hijiki, arame y palmaria.- Sus destinos culinarios son; sopas, potajes, ensaladas, pescados, carnes, revueltos…
¿Hay algas tóxicas?
Las macroalgas no ofrecen peligro alguno en su consumo, basta que gusten; ahora bien, existen microalgas tóxicas que son huéspedes de moluscos bivalvos (mejillones, ostras, almejas,…) y con sus neurotoxinas causan molestias gástricas y neurológicas cuando se consumen «acoplaes a les cascarines».
A mi, personalmente, no me gustan las algas. Ahí les presento un guiso de garbanzos con bacalao y algas como si fuera un «pote de vigilia» donde el alga sustituye a las espinacas.
Yo lo probé y… digamos que bien.
En cambio, ¡eso sí! , soy un gran amante de las anémonas o «claveles de mar», tan frecuentes en nuestros pedreros, y que aquí, en Asturias, despreciamos.- En Andalucía, costa mediterránea y Baleares las denominan «ortigas u ortiguillas de mar» debido a su ligera acción urticante cuando se las toca con la mano y nosotros, en Colunga, las llamamos «MEXONES» por el chorro de agua que sueltan al apretarlas o aplastarlas.
En tortilla o en revuelto de huevos están riquísimas. Yo tengo fórmulas de recetarios baleares y gaditanos con antigüedad de los siglos XVII y XVIII.
Hagan así el revuelto:
Troceen groseramente una docena de anémonas («mexones») recién traídos del pedreru (es importante este consejo) y saltéenlas en aceite con un poco de ajo muy picadín. Añadan unas colitas de gambas, salteenlas con el conjunto y de inmediato agreguen 3-4 huevos bien batidos. Cuajen el revuelto a su gusto y sírvanlo acompañando con «palitos de pan» o con «triángulitos de pan tostado».