POR ANTONIO LUIS GALIANO PÉREZ, CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA
Parece que fue ayer, y han transcurrido cincuenta años. La revista ‘Oleza’ por estas fechas de la Cuaresma de 1966 estaba trabajándose en la Imprenta Oratorio Festivo. Sin embargo, hay que reconocer que, en ese año, la citada Cuaresma y, por tanto, la Semana Santa cayeron en fechas más lejanas que en éste, pues el Domingo de Ramos fue el 3 de abril.
En la aventura a la que unos pocos años antes se había lanzado el periodista Joaquín Ezcurra Alonso, se iba consolidando y al margen de algunos números coincidentes con fechas festivas señaladas en el calendario oriolano, como San Isidro, Feria de Agosto, Virgen de Monserrate y Navidad, el número dedicado a la Semana Santa era obligado dentro de sus publicaciones. En la de este año además de Joaquín Ezcurra como director, se contó como jefe de Redacción con José Torres López (Jotolo) y como jefe de Información con José Joaquín Hernández Quixano (Quiquí). Como colaboradores aparecen sólo tres: Emilio Fornet de Asensi, Manuel Molina y Antonio Bo García, abogado y secretario de la Cámara de Comercio e Industria de Orihuela, el cual pronunció la glosa del Pregón de la Semana Santa de ese año y de cuyo texto se publicó un extenso extracto entre sus páginas, al cual posteriormente nos referiremos. En total se incluyeron nueve textos entre artículos y reseñas, y la editorial, lo que nos hace suponer que probablemente la pluma de Joaquín Ezcurra está en la mayor parte de ellos. Por otro lado, se contó con la colaboración gráfica además del ya citado Hernández Quixano, con la de Juan Fenoll y Antonio Sánchez (Loino). Asimismo la publicación fue patrocinada por la Comisión de Festividades del Excelentísmo Ayuntamiento, que estaba presidido por Luis Cartagena Soriano, que vivía su última Semana Santa como como alcalde, ya que en el último trimestre de 1966 era sustituido por Manuel Monzón Meseguer.
La revista fue editada en color magenta, excepto la foto que aparece en la portada del Cristo de la Agonía de Salzillo que fue impresa en color azul. Metiéndonos en el interior, en la editorial, el director a modo de carta, se dirige al «Lector: Querido, admirado, indiferente o desconocido» para entablar un diálogo «volando sobre montañas de dificultades», teniendo como protagonistas a Los Cantores de la Pasión, y recordando la visita que años antes había efectuado un poeta francés, en vísperas de nuestra Semana Mayor, y con el cual paseando una noche al amparo de las «piedras catedralicias», se vieron sorprendidos por las voces de «ángeles roncos» que pregonan las últimas vivencias del momento sublime de la entrega del Hijo de Dios. Como temas de actualidad se presentaron dos noticias. La primera referida al cartel de Semana Santa que ese año nos mostraba al Cristo del Consuelo saliendo, a las once de la noche del Jueves Santo, por la puerta barroca de la capilla de la Comunión de la iglesia de Santiago. Uno de los momentos más esperado e impactante de nuestra Semana Santa. Esta imagen fotográfica de la que es autor Juan Fenoll Villegas fue impresa por Heraclio Fournier, en Vitoria. La segunda noticia iba referida al nombramiento del Caballero Cubierto, distinción que fue otorgada a Camilo Alonso Vega, ministro de la Gobernación, y estaba ilustrada por una fotografía en que éste aparece acompañado por el alcalde y por el director de ‘Oleza’, en su residencia de la Dehesa de Campoamor.
El extracto de la glosa al Pregón de la Semana Santa se ilustraba con una colección de imágenes pasionarias y algunas vistas de la ciudad. En dicho texto, el abogado Antonio Bo, entre prosa y verso, nos va introduciendo en la vivencia anual de la Pasión en nuestra tierra: «Porque así como Jerusalén era la ciudad santa, por ser cubículo del Templo, Orihuela, en esto, tampoco ha querido ser menos que Jerusalén, y así lo pregonan sus torres y sus sagrarios…». Por otro lado, el escritor y actor de cine, teatro y televisión Emilio Fornert, volando junto con nuestro «Oriol sobre los panoramas» y situándose en «el Seminario en la cumbre de la montaña solemne», hace un recorrido por toda Orihuela, que para él vuela también «con alas de plegaria». Los otros artículos en los que como decíamos intuimos la pluma de Ezcurra, llevan como títulos sugerentes: ‘Humo dormido. Una rosa cada noche’, siguiendo los pasos de Gabriel Miró. ‘Un típico manjar oriolano. Palmito adobado con miel’, en el que reconoce el desconocimiento de «ese producto surgido de la esbelta alegría del árbol oriental», al que le adjudica el color marfil que los viejos de la huerta los vendían voceando «margallones de palmeras». El siguiente artículo nos habla de la estatua de don José María Muñoz, ubicada en la Plaza de Monserrate y hace memoria de las riadas de Santa Teresa de 1879 y de la de 1946. El último trabajo que se incluye es un madrigal del poeta Manuel Molina dedicado a la Reina de Azahar acompañado de las fotografías de Rosarito Meseguer Vaillo, Conchita Brotóns Turón y Antoñita Abadía Pacheco, que ostentaron dicho cargo en la Fiesta de Exaltación del Azahar, respectivamente en 1964, 1965 y 1966.
‘Oleza’, en la edición dedicada a la Semana Santa de 1966, se completaba con un total de ochenta y tres anuncios, que merecen ser recordados en otra ocasión por haber dejado constancia de muchos establecimientos y entidades que actualmente no existen.
Así, llegamos al final de esta publicación dedicada a la Semana Santa de hace cincuenta años, y que transcurridos diez lustros, de nuevo, se pondrá ante los ojos de los oriolanos, cumpliendo con su cita anual y con la esperanza que sea por muchos años.
Fuente: http://www.laverdad.es/